En el Día Internacional del Orgasmo femenino, la sexóloga Valeria Farjat advirtió sobre una paradoja de estos tiempos: mucho sexo, pocos orgasmos. La especialista alertó sobre el peligro de la sobrestimulación de la tecnología y la ansiedad que, paradójicamente, genera la liberación sexual: el orgasmo casi como obligación. En tal sentido, no evaluó descabellada la decisión de Silvina Luna que tanta polémica disparó: no tener sexo para emprender un camino de sanación.

En contacto con Radiópolis (Radio 2), Farjat contó que la mayoría de sus pacientes son jóvenes menores de 40 años.

Hay mucha frustración porque hay una desesperación por el encuentro sexual. Antes (se pensaba que) el objetivo (del sexo) era la procreación, ahora es el orgasmo, entonces la instancia del encuentro se desvanece”, advirtió.

Tener sexo ya no es algo “difícil” –menos, con todas las aplicaciones que agilizan el contacto– pero a veces, alertó Farjat, eso puede ser contraproducente: “No pretendan un vínculo cuando no saben el nombre a veces de la otra persona”.

La sexóloga explicó que el orgasmo es una respuesta culminatoria de un proceso mucho más complejo –más aún para la mujer– donde entran en juego todos sentidos y hay mucho de exploración e imaginación, algo que, por otro lado, se está perdiendo con la cantidad de información que circula hoy en día.

“Esto de tenerlo todo tan a mano hace que no conozcamos el cuerpo del otro (y a veces ni siquiera el propio). Está todo expuesto, absolutamente todo”, previno.