El Dr. Andrés Ruf, Jefe del Servicio de Hepatología y Coordinador de la Unidad de Hígado de Grupo Gamma, brinda información sobre cuándo es necesario realizar una consulta con un especialista, los cuidados para los pacientes con cirrosis hepática, en lista de espera y luego del trasplante hepático.

En las últimas semanas de la pandemia por el coronavirus (el virus llamado SARS-CoV-2 y su enfermedad COVID-19) la población ha recibido recomendaciones de posponer los controles médicos de rutina e incluso las cirugías no urgentes. Estas medidas están destinadas a proteger la salud, ya que con ellas reducimos el contacto con pacientes potencialmente infectados y disminuimos “la carga” al sistema de salud en tiempos donde todos sus recursos deben desviarse a la lucha de dicha infección viral. Pero nada es bueno en exceso: si bien esta estrategia a corto plazo es beneficiosa, la demora en la consulta en algunas enfermedades podría ocasionar un retraso en su diagnóstico y tratamiento, perjudicando su pronóstico y su futuro.  

Situaciones en las que se aconseja consultar sin demoras:

Toda enfermedad hepática severa de presentación aguda debe tener una evaluación urgente por un especialista. Requieren de una consulta sin demoras la presencia de uno o más de los siguientes síntomas:

El inicio reciente de dolor abdominal de intensidad moderada a severa que requiera de más de una toma de analgésicos, más aún si se acompaña de náuseas y/o vómitos o pérdida de peso.

La coloración amarillenta de la piel (ictericia) acompañada de orina oscura.

La picazón (prurito) de cualquier parte del cuerpo sin evidencias de enfermedades de la piel; cuando su causa es secundaria a enfermedades hepáticas la picazón suele predominar por la noche, afectando particularmente las palmas de las manos y las plantas de los pies.

El agrandamiento marcado del diámetro del abdomen, que puede ser secundario a la retención de líquido (ascitis).

La presencia de vómitos de contenido sanguíneo (hematemesis) o eliminación de materia fecal negra (melena).

La presencia de alteraciones notorias en el hepatograma o la alteración de la coagulación sanguínea (descenso del porcentaje de actividad de la protrombina o el incremento del INR) y/o el descenso de los valores de la albúmina sanguínea.

Cuidados para el paciente con cirrosis hepática

Los individuos con cirrosis tienen un riesgo elevado de desarrollar un tumor hepático maligno llamado hepatocarcinoma, por lo que se aconseja realizar una ecografía hepática cada 6 meses para su detección precoz (cuando tienen un tamaño menor) y así poder brindar un tratamiento curativo. Demorar la realización de la ecografía hepática no es ideal, ya que resulta en una menor probabilidad de curación si se descubre un tumor.

Durante esta epidemia recomendamos que los pacientes con diagnóstico de cirrosis se realicen la ecografía hepática con un intervalo semestral. En el Hospital Privado de Rosario contamos con un sistema de turnos espaciados y normas estrictas de control de temperatura corporal y cuestionario al entrar al hospital, adicionalmente a las medidas de distanciamiento y protección durante la permanencia en el centro de salud. Para aquellos pacientes que no puedan trasladarse a nuestro centro, recomendamos la realización de este estudio por un profesional idóneo en su centro de salud cercano.

Cuidados para el paciente en lista de espera y luego del trasplante hepático

Si bien la enfermedad COVID-19 es nueva, ya existen datos disponibles que demuestran que los individuos con enfermedades hepáticas crónicas avanzadas, aquellos en lista de espera para trasplante hepático o aquellos pacientes trasplantados se encuentran dentro de los grupos de mayor riesgo. En ellos la infección puede tener mayor severidad y mortalidad.

Por este motivo, tanto el paciente como su familia deben cumplir con el distanciamiento social estricto y reducir al máximo las visitas al sistema de salud innecesarias. La Unidad de Hígado del HPR ha incorporado un esquema de entrevistas por video llamadas para limitar al máximo las visitas presenciales. Las mismas se reservan para estudios o procedimientos impostergables. Esta comunicación cercana es la clave para detectar aquellas situaciones urgentes que ameritan una visita o internación. En el caso de aquellos pacientes que residen en otra provincia, estamos coordinando telefónicamente su atención junto con su equipo médico local.

Tratamiento de enfermedades hepáticas específicas en la era COVID-19

En la situación epidemiológica de hoy en Rosario no se justifica impedir el inicio de tratamiento de aquellas enfermedades hepáticas severas en las cuales la demora del mismo podría resultar perjudicial para el paciente. Son ejemplos la hepatitis autoinmune y su tratamiento con corticoides o la cirugía para un tumor hepático maligno (hepatocarcinoma o colangiocarcinoma) o benigno sintomático (adenoma).

Otro procedimiento que no podemos demorar es la realización de un trasplante hepático, única terapia definitiva para aquellas enfermedades hepáticas agudas o crónicas severas e irreversibles. Esto es debido a que la función hepática no puede reemplazarse mediante soporte artificial como ocurre con la diálisis en presencia de insuficiencia renal.

Es importante remarcar también que aquellos individuos bajo tratamiento oncológico por tumores hepáticos malignos, en tratamiento con corticoides por hepatitis autoinmune, en tratamiento con antivirales por hepatitis B o hepatitis C y los trasplantados hepáticos bajo terapia para evitar el rechazo (tratamiento inmunosupresor) no deben reducir la dosis ni suspender dichas terapias por “miedo” o como “prevención” de la infección por SARS-CoV-2. Sólo el hepatólogo y ante situaciones como la presencia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) actuará de acuerdo con la severidad y manifestaciones de dicha infección reduciendo o suspendiendo la terapia si así se requiriese.

El desafío actual de la comunidad médica es lograr un nuevo equilibrio entre la menor exposición al sistema de salud posible y el diagnóstico precoz de enfermedades severas que ameritan un tratamiento urgente.

La Unidad de Hígado del Hospital Privado de Rosario se encuentra trabajando activamente en forma habitual para resolver toda patología que no pueda esperar.

Fuente: grupogamma.com