¿Cómo influyen la alimentación, la actividad física y la adherencia al tratamiento, en la prevención de las enfermedades cardiovasculares?

El doctor Luis Keller es cardiólogo y está a cargo de la Unidad Coronaria del Sanatorio Británico; y de la misma Unidad del Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA)además de serlo también en el Hospital público; a él recurrió rosario3.com, para obtener la respuesta a este interrogante.

Una alimentación saludable y, sobre todo, la actividad física para la cual no necesitamos entrenar para una maratón; simplemente tener constancia y ocupar para ella entre 3 y 4 horas por semana; es lo que recomendamos porque tienen impacto en la prevención de las enfermedades cardiovasculares (ECV). Por supuesto que para comenzar con la actividad física recomendamos hacerse los chequeos correspondientes.

Todos debemos conocer nuestros factores de riesgo y si es necesario tratarlos para modificarlos y evitar eventos cardiovasculares.

- ¿Hay factores de riesgos sobre los cuales no podemos intervenir?

- Sí; la edad, la genética y obviamente el sexo. Las mujeres, por ejemplo, a los 65/70 años tienen más riesgos de sufrir eventos cardiovasculares que los hombres, mientras que, en ambos sexos, a mayor edad, se incrementan los riesgos. Además, hay familias que cargan con su genética ligada a las ECV y en esas familias, sus integrantes deberán ser estudiados desde edades más tempranas y dedicar mayor atención a la prevención cardiovascular. Sobre todo si el padre o la madre de esas familias sufrieron un infarto antes de los 50 años; sus hijos deben tener mayor control de sus factores de riesgo con controles más frecuentes.

- ¿Cuáles son los factores de riesgos sobre los que podemos influir?

- Debemos controlar diabetes e hipertensión arterial; el colesterol y el tabaquismo; y, por sobre todo, el sedentarismo, ya que el 60% de la población es sedentaria. Es un porcentaje muy alto. Tengamos en cuenta que es la puerta de llegada  ala obesidad.

- Además, ¿comemos mal, pudiendo comer sano?

- Una alimentación saludable, con proporciones adecuadas de hidratos de carbono, proteínas y grasas no saturadas, favorece una dieta adecuada a la que se deben agregar 5 porciones al día de frutas y verduras. Todo lo cual depende de cada uno.

En cuanto a la actividad física, todo movimiento nos sirve, además baja los niveles de estrés. Siempre es bueno para controlar el estrés dedicarnos en la semana un tiempo para nosotros, no solo con la actividad física sino haciendo cosas que nos gratifiquen.

Por otra parte la actividad física puede hacerse sin necesidad de recurrir a grandes esfuerzos e inversiones; es sólo caminar al paso un poco más rápido que el habitual durante 30 a 40 minutos. Eso sí, se debe ser constante, riguroso y sostenido; dedicarle un tiempo todos los días o, al menor, cuatro días en la semana.

Además se pueden ir incorporando pequeñas acciones prácticas; si se viaja en ómnibus bajar 10 cuadras antes de nuestro destino; si hay escaleras, utilizarlas, etc.Hay que mantenerse activos durante el día y mientras uno realiza sus tareas habituales.

- ¿El uso de la sal mientras cocinamos o en la mesa, afecta?

- Sí y mucho. Argentina es uno de los países que consume casi el doble que la media mundial; 11 gramos diarios versus 5,5 gramos del promedio mundial.

Además deberemos tener cuidado con la sal encubierta que ingerimos al consumir alimentos procesados y sobre todo embutidos.

- ¿Los pacientes cumplen con los tratamientos que ustedes les indican?

- A eso le llamamos adherencia al tratamiento. Sabemos que es compleja pero forma parte de la educación continua en materia de salud que hacemos en nuestros consultorios. Debemos dedicar tiempo y ser lo suficientemente claros y enfáticos en la información que brindamos a nuestros pacientes para que se responsabilicen en el cumplimiento de los tratamientos indicados. Ser claros en la importancia de la medicación; incluso, en la importancia de los horarios en que deben tomarse. Además de poner énfasis en transmitirles cuáles son los beneficios del cumplimiento; cuáles los inconvenientes del no cumplimiento.

Debemos estar atentos a lo que los pacientes nos dicen; entender sus ocupaciones, sus hábitos, sus necesidades y adecuarlos a las características de la medicación; además de dedicar más tiempo todavía a las medicaciones en los pacientes polimedicados.

La mayor cantidad de patologías son crónicas y éstas exigen que estemos atentos a su diagnóstico y al tratamiento ya que va a tener que ser cumplido de por vida.

Otra forma de cumplir es con el cambio por hábitos saludables como la actividad física, la alimentación sana, el peso, la conducta con respecto al tabaco y el alcohol. Es parte imprescindible del proceso de adherencia al tratamiento.