Recientemente se llevó adelante una investigación en salud mental que demuestra que los niveles más bajos de oxitocina tienen relación con el comportamiento impulsivo-agresivo en personas con trastornos de conducta alimentaria (TCA) y trastorno límite de la personalidad (TLP). El estudio, liderado por el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, contó con la participación de la Universidad Complutense de Madrid y el CIBER de Salud Mental.

El estudio

Publicada en Journal of Psychiatric Research, esta investigación es la primera en asociar el rol de la oxitocina con el comportamiento agresivo en personas con TCA y TLP. Para realizarla, se analizaron los niveles plasmáticos de oxitocina y de la expresión proteica de su receptor en 68 personas con TLP, 67 personas con TCA y 57 personas sanas sin patologías neuropsiquiátricas de varios hospitales españoles.

Además, se evaluó el comportamiento agresivo de ambos grupos clínicos a través de la versión en español del Inventario de Expresión de Ira Estado-Rasgo (STAXI-2), y de un registro de conductas agresivas hacia sí mismos (autolesiones) y hacia otras personas (violencia verbal, violencia física, etc.).

Finalmente, los niveles plasmáticos de oxitocina y de la expresión proteica de su receptor se compararon entre los tres grupos (TLP, TCA y controles), y se examinó la relación entre el sistema de oxitocina y las variables de agresividad para ambos grupos clínicos.

Oxitocina: Biomarcador en neurobiología

La oxitocina, una neurohormona conocida popularmente como la "hormona del amor" por su rol fundamental en el parto y la lactancia, pudo conocerse en otros papeles importantes como el constituirse en biomarcador dentro de la compleja neurobiología de trastornos impulsivo-agresivos de la personalidad, vinculándose así con el comportamiento agresivo.

Esta información podría contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos para abordar estos comportamientos dentro de los trastornos mencionados. 

 

Fuente: SINC.