Unidos para Cambiar Santa Fe, la coalición oficialista que lidera el gobernador Maximiliano Pullaro, analizará este miércoles, luego de la aprobación de la reforma previsional, cómo encara los otros dos grandes objetivos que se fijó para el segundo semestre del año: la reforma judicial –con la declarada intención del mandatario provincial de renovar la Corte Suprema de Justicia– y la sanción de una ley de necesidad de la reforma constitucional, para encarar ese proceso el año que viene.

Sobre el primero de estos temas, los funcionarios del gobierno provincial manifestaron su intención de ir a fondo con la intención de que dejen sus puestos los cinco cortesanos que tienen más de 75 años, algo que desde su punto de vista está absolutamente fuera de la ley. 

Uno de ellos, Mario Netri, ya pidió su retiro para fin de año. Pero los otros cuatro se resisten a hacerlo, por lo cual desde el Ejecutivo se baraja renunciar al resto por decreto.

Pero esa idea no encuentra consenso en Unidos y el otro socio mayoritario de la coalición, el socialismo, salió a advertir en los últimos días su inconveniencia ante la posibilidad de que los jueces contraataquen con una judicialización que podría empantanar durante años todo ese proceso.

Lo que el PS planteará en la reunión de Unidos es un anteproyecto de reforma integral de toda la Justicia, que dentro de un gran cambio que revise incluso cómo se integran los fueros y las jurisdicciones, fije además el mecanismo de remoción de los jueces supremos, para que no queden dudas, e incluso que los cargos claves de la estructura del máximo tribunal, como la Secretaría de Gobierno que se encarga de administrar el presupuesto de todo el Poder Judicial, se designen a través del envío de pliegos que deben contar con aprobación parlamentaria.

Si bien esa eventual ley no definirá la situación de los actuales ministros de la Corte, pues ninguna norma puede legislar para atrás, sí entienden en el PS que puede generar un clima político que refuerce la presión para un salida negociada que todavía consideran posible.

La cuenta que hacen en el socialismo es que además de Netri este año se podría ir Eduardo Spuler. Pero además se podría agregar una tercera vacante ya que hay consenso en prácticamente todo el arco político para que la Corte pase de tener seis a siete integrantes, un número impar que evita la posibilidad de empate en las votaciones. Tres nuevos integrantes sería ya un cambio significativo, dicen.

Con el resto de los ministros de la Corte de más de 75 años, Rafael Gutiérrez, María Angélica Gastaldi y Roberto Falistocco, creen posible acordar una salida escalonada en los dos años siguientes, con lo cual Pullaro podría llegar al fin de su mandato, en 2027, con su objetivo de renovar la Corte casi en su totalidad –quedaría Daniel Erbetta– cumplido.

“Una nueva Corte de absoluto prestigio puede ser un gran legado de la gestión Pullaro”, sostienen en el PS para alentar esta vía y no la del decreto o el juicio político, para ellos con mucho mayor riesgo de empantanarse.

El otro legado que el socialismo cree que está en inmejorable condición de dejar la actual gestión es la reforma de la Constitución. El partido de la rosa elaboró un proyecto de nuevo texto constitucional y también el radicalismo lo hizo. 

Unidos tiene ahora el desafío de consensuar un proyecto único, para luego someterlo a debate con la oposición. Se espera que el perottismo también tenga un proyecto propio. Y hay consenso de otros sectores en cuanto a la necesidad de que haya reforma constitucional.

La idea del oficialismo es sancionar la ley de necesidad de la reforma en noviembre para que el año se elijan los convencionales y se escriba un nuevo texto constitucional.