El Frente Progresista tiene los meses contados como gobierno de la provincia de Santa Fe pero volverá al rol de oposición que supo tener antes del desembarco de Hermes Binner en la Casa Gris. En este marco de transición, se recrudecen los cruces con el sector electo, encabezado por el justicialisa Omar Perotti mientras se ejecutan balances de lo hecho.

Sobre este escenario se plantó hoy el ministro Pablo Farías, durante la entrevista que mantuvo en vivo en el programa Radiópolis (Radio 2). Si bien defendió la gestión liderada por el gobernador Miguel Lifschitz, también se mostró crítico y se permitió algunas consideraciones propias de una instancia final. En este sentido, admitió falencias en materia de seguridad pero valorizó la administración financiera provincial. Además, apuntó al sector de Perotti y calificó de “chicanas” los cuestionamientos expresados en el marco de la mesa de transición.

“Somos autocríticos”, sostuvo y admitió “déficit de gestión más allá de que cumplimos nuestras promesas de campaña”. “Aún vemos cuestiones estructurales y nos decimos que no las hemos podido cambiar, hay gente que no participa de la riqueza que produce la provincia y en seguridad estamos en deuda con la gente a pesar de que vemos encuestas con disminución de hechos”, observó. En este sentido fue consultado acerca del accionar policial en el universo delictivo: “Ha habido mucho autoritarismo y es difícil. Hay que ir reconstruyendo el concepto de autoridad que ha quedado desdibujado –analizó–Es difícil decir que “la tropa está alineada” porque es un ideal”, contestó.

Pero no todo está del lado del “debe”. Farías resaltó la performance del gobierno del Frente Progresista en materia económica. “Frente a la situación que pasa el país, Santa Fe es una de las provincias que mejor está”, estableció y consideró que las críticas expuestas por el sector de Perotti relacionadas a la “herencia” que el gobierno socialista dejaría al gobierno que asuma en diciembre “es una interpretación, son chicanas con mala intención, un intento de querer mostrar algo que tiene que ver más con la realidad nacional que con la gestión de la provincia”. “Hay una visión malintencionada, le hemos ofrecido desde el primer momento la información solicitada”, se defendió y apuntó contra la falta de definición del próximo gabinete de parte del justicialismo.

A continuación, se refirió a un tema “caliente”, que es el pase a planta permanente de trabajadores contratados por el Estado provincial. “Estamos trabajando para formalizar las relaciones con personas con criterios establecidos y que están en condiciones de pasar a planta. Lo hacemos a la luz del día, no hay nada oculto. Ellos (por el gobierno entrante) no han manifestado voluntad de intervenir”, explicó y descartó: “No hay una mentada maniobra de sembrar funcionarios públicos en el Estado, no hemos hecho esto, por el contrario hemos sido conservadores”.

Según mencionó existen entre 2000 y 3000 trabajadores con intenciones de pasar a planta. Al respecto, sostuvo: “No todos pueden formar ese universo, nosotros proponemos unos 600 siendo muy cuidadosos y los gremios nos piden ampliar. Es probable que haya que hacerlo pero no podemos extendernos a la cantidad total de contrataciones”.

En cuanto a la posibilidad de que Miguel Lifschitz y Omar Perotti se reúnan, confió: “Ha habido conversaciones entre ellos, es necesario y hay buena predisposición nuestra pero no sabemos quiénes son los funcionarios que integrarán el gabinete, ahora los que están sentados son legisladores”. Luego, remarcó: “El tiempo de la transición es excesivo”. En otro tramo del diálogo periodístico, volvió a manifestar que “no sería correcto ni lógico que funcionarios de esta gestión cumpliesen funciones en la de Perotti”.

Finalmente, cuando se le preguntó sobre el proyecto de emergencia alimentaria, alertó: “Hay una crisis muy importante y hay crisis alimentaria. La gente está comiendo menos y mal”.