El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza visitó Periodismo Para Todos y habló de las reservas, del desembolso del FMI y el dólar, luego de que el gobierno de Mauricio Macri lanzara medidas de control de cambio para recuperar la estabilidad económica. A lo largo de la entrevista, dejó algunas declaraciones claves:

"Hay una realidad que no podemos negar. Del 12 de agosto para acá hubo un cambio evidente. El riesgo país subió de 900 puntos a 2000. El dólar pasó de 45 a 55. No es cierto que el Banco Central especuló por orden del Presidente".

"Ordenamos las preferencias, para que el dólar no suba más de lo que está".

"Puede ser que aparezca un tipo de cambio paralelo, pero eso es economía informal, no tiene porqué trasladarse a precios".

"Estas medidas se le comunicaron al Fondo Monetario Internacional, con los respectivos fundamentos".

"El tipo de cambio actual ya es alto".

"La Argentina parece un círculo en el que cada tanto se vuelve al mismo puerto. Este no es el puerto que soñamos, tendríamos que revisar las causas".

"Durante este Gobierno se trabajó mucho en la sala de máquinas de ese barco. Nos faltó el salón comedor y ese es el mensaje de las urnas".

"Ahora el desafío es estacionar el barco en el muelle, pase lo que pase con las elecciones".

"No creo que esta semana haya una corrida cambiaria".

"No son medidas para un país normal. Son medidas antipáticas".

"No hay riesgo de un corralito".

“Las reservas totales son 57,000 millones de dólares y eso es lo que tiene el Banco Central para atender la demanda”.

En un mano a mano con Jorge Lanata, en Periodismo Para Todos, el funcionario explicó el alcance del decreto anunciado este domingo en el Boletín Oficial.

El gobierno de Mauricio Macri ordenó a las empresas exportadoras la liquidación de sus ingresos de divisas en el mercado local y limitó la compra de dólares a las personas físicas, entre otras medidas de control cambiario para recuperar la estabilidad en medio de las turbulencias en Argentina.

Las medidas, publicadas este domingo en el Boletín Oficial, tendrán vigencia hasta el 31 de diciembre y se ponen en marcha tras una semana de incertidumbre con fuerte depreciación de la moneda argentina.

Las directivas "establecen parámetros en el mercado de cambios que tienen como objetivo mantener las estabilidad cambiaria y proteger a los ahorristas", señaló un comunicado del Banco Central.

El Fondo Monetario Internacional "analiza los detalles de las medidas", dijo un vocero de la entidad en Washington. Agregó que el Fondo "permanecerá en estrecho contacto con las autoridades y seguirá al lado de la Argentina durante estos tiempos desafiantes".

El decreto de Macri establece que los exportadores de bienes y servicios deberán liquidar los dólares como máximo 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque. Para los egresos, no hay restricciones de divisas del comercio exterior.

En tanto, las personas físicas no podrán realizar transferencias al exterior superiores a 10.000 dólares y ese será el máximo de billetes verdes que podrán comprar por mes. Para montos mayores, deberán pedir autorización a la autoridad monetaria.

"Se mantiene la plena libertad para extraer dólares de las cuentas bancarias, no afecta el normal funcionamiento del comercio exterior ni introduce restricción alguna a los viajes", aclaró el Banco Central para ahuyentar el fantasma del "corralito" que bloqueó depósitos en medio de la peor crisis argentina en 2001.

Asimismo, se autoriza el pago de determinados impuestos con títulos de la deuda pública de corto plazo que fueron reestructurados la semana pasada, una de las medidas que lanzó el gobierno en su afán por calmar a los mercados.

Los no residentes podrán comprar hasta mil dólares por mes y no podrán realizar transferencias de fondos de cuentas al exterior.

El decreto sostiene que se toman medidas "transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios y fortalecer el normal funcionamiento de la economía".

Se busca "reducir la volatilidad de las variables financieras y contener el impacto de oscilaciones de los flujos financieros sobre la economía real", agrega.

En recesión desde el año pasado y con una inflación de 25% entre enero y julio y de 55% anualizada desde julio de 2018, el desempleo alcanzó 10,1% y la pobreza se situó en 32%, según datos oficiales.