El gobierno provincial convocará para esta semana, muy probablemente el jueves, a los gremios docentes para iniciar una paritaria que asoma complicada: las arcas oficiales están tensionadas por los recortes de partidas nacionales y los bolsillos de los trabajadores también por la inflación creciente. De hecho, Amsafé ya plantó el reclamo de un aumento del 84 por ciento para los sueldos de enero aunque correspondiente a diciembre, como cierre de la paritaria de 2023 que incluía una cláusula de ajuste automático.

La cuenta de los gremios es la siguiente: el Índice de Precios al Consumidor en Santa Fe arrojó un aumento del 27,9% durante diciembre y una inflación interanual del 215,4%. Por eso, entienden, el gobierno debe cumplir con un aumento del 84% con base a febrero del año pasado y de entre un 35 y 40% de actualización respecto del último salario que se pagó hasta el momento.

Pero el Ministerio de Economía sostienen que las cuentas oficiales ponen un límites, pues durante 2023 los ingresos corrientes en Santa Fe subieron un 123% respecto a 2022, mientras que el gasto salarial creció en 155%.

Para el secretario gremial de Amsafé, Paulo Juncos, el aumento de lo que se debe pagar en enero no debería discutirse: solo cumplirse, ya que es lo que corresponde según la paritaria 2023. Sin embargo, quiere tener eso garantizado antes de discutir los números del resto de 2024.

La discusión asoma conflictiva, pues el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares, dijo que “es un escenario complicado” en el que el gobernador Maximiliano Pullaro exige “eficiencia en el gasto”, pero sin resignar “el compromiso con el salario de los trabajadores”.

Lo que juega a favor es el tiempo: a diferencia de otras épocas, la convocatoria a paritarias se realiza más de un mes antes del inicio del ciclo lectivo.