Toda la dirigencia en general debe tomar conciencia de que ya no hay más margen de deterioro económico sin riesgo de descomposición social”. Lo advirtió la CGT en un duro comunicado que será difundido este jueves, luego de la reunión del Consejo Directivo que marcará el regreso a la actividad de la conducción cegetista, en el que se afirmó que “los índices de inflación y pobreza deben encabezar las prioridades para la adopción de medidas y acciones urgentes”.
Además, la central obrera instó a “la convocatoria de un gran consenso político, económico y social que permita alcanzar acuerdos básicos para el diseño de un programa de mediano y largo plazo, promoviendo el desarrollo, la producción y el trabajo como instrumentos necesarios y urgentes para superar la crisis y trazar un horizonte de crecimiento con justicia social”.
Para la CGT, “el contexto económico y social es de tal gravedad que no permite especulaciones personalistas ni sectoriales”. “La sociedad argentina atraviesa una compleja crisis económica y social, heredada y agravada por un escenario de inestabilidad macroeconómica que se manifiesta a través de una escalada inflacionaria creciente que pulveriza el poder adquisitivo de los salarios; escasez de divisas, informalidad laboral y un proceso de aumento en su pobreza estructural, inaceptable para la Argentina, que alcanza a un 40% de nuestro pueblo, condenando a la marginalidad a millones de argentinos y argentinas y ponen en serio riesgo la cohesión social”, señaló el documento.
El texto, elaborado por Gerardo Martínez, líder de la Uocra, confirma el estado de profundo malestar de la CGT ante la crisis socioeconómica y será el comienzo de una serie de acciones que planean los dirigentes cegetistas para recuperar la iniciativa luego de largos meses de inactividad: en todo 2022 hubo sólo 5 reuniones del Consejo Directivo y la reunión de mañana será la primera en ocho meses.
En un encuentro de la “mesa chica” de la CGT, la alianza sindical que maneja la central (integrada por “los Gordos”, los independientes y el barrionuevismo) decidió avanzar con la realización de un acto que tendrá lugar el martes 2 de mayo en la cancha de Defensores de Belgrano. Con la excusa de conmemorar el Día del Trabajador, será la oportunidad para mostrarse unida ante una situación socioeconómica cada día más complicada: luego de largas peleas internas, aceptó sumarse a la iniciativa Pablo Moyano (Camioneros), uno de sus cotitulares, que se había distanciado a partir de las críticas a sus colegas de la CGT y de su alineamiento con el kirchnerismo.
La semana pasada, el hijo mayor de Hugo Moyano se reunió con gremialistas del sector independiente (Gerardo Martínez; Andrés Rodríguez, de UPCN, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias) en medio de un tenso clima por diferencias en materia de estrategia política y sindical. El reencuentro comenzó con fuertes reproches cruzados y terminó con la decisión del dirigente de Camioneros de sumarse a la reunión del Consejo Directivo y al acto del 2 de mayo, al que también irá su padre.
En el documento que será aprobado mañana, la CGT reclama que “las especulaciones cortoplacistas de una etapa preelectoral no posterguen la generación de acuerdos estratégicos, dentro de un modelo de crecimiento sostenido e inclusivo” y también sostiene: “La dirigencia política, sin distinciones partidarias, sin diferencias entre oficialismos ni oposiciones circunstanciales y con la responsabilidad de ser depositarios de la confianza y de la representación que la ciudadanía les otorga a través del voto, deben asumir el compromiso que les cabe en la sucesión de crisis recurrentes que a través de los años han llevado a nuestro país a la situación actual”
Para la central obrera, como figura en la declaración, el Gobierno y la oposición “deben asumir el compromiso de erigirse en garantes del bienestar colectivo, tanto para minimizar los efectos de la crisis así como para promover la recuperación socioeconómica y asentar los pilares para un crecimiento sostenido, sustentable e inclusivo de mediano y largo plazo”.
Los dirigentes de la CGT incluyeron en su declaración una serie de reclamos concretos:
● Reducir los actuales índices de inflación, verdadero impuesto a la pobreza que deteriora los salarios y afecta la previsibilidad en materia de inversiones impactando negativamente en todas las variables.
● La defensa del aparato productivo nacional y la instrumentación de políticas que promuevan el empleo genuino.
● El fomento al trabajo argentino a través de prácticas exportadoras con valor agregado.
● El fortalecimiento de los sistemas de salud y seguridad social.
● La promoción de un proceso de movilidad social ascendente y de una justa redistribución de la riqueza que revierta la concentración del ingreso y promueva el equilibrio en la relación capital-trabajo.
● Recuperar la independencia económica para evitar que nuestras decisiones soberanas no sufran los condicionamiento de intereses ajenos a la Nación.
● La demanda de un mayor compromiso de responsabilidad social empresaria en los sectores formadores de precios.
● La necesidad de lograr una mayor participación de la ciudadanía en todos los asuntos de la nación para fortalecer las instituciones democráticas.
● La reconstrucción de un Estado promotor del desarrollo, que proteja los recursos estratégicos de todos los argentinos y argentinas y que explote nuestras riquezas de manera sustentable y soberana en beneficio de toda la sociedad.
● Garantizar que estas actividades no agraven la problemática ambiental.
● Abordar los cambios en el trabajo asociados a las tecnologías de la información y la comunicación, a la inteligencia artificial y a la automatización de los procesos productivos promoviendo el dialogo entre los actores sociales involucrados, con el objeto de activar los mecanismos regulatorios necesarios que permitan hacer de la revolución científico tecnológica un instrumento de transformación para el desarrollo con inclusión social.
La CGT también aprobará otro documento que será leído en el acto del 2 de mayo y que apuntará hacia el futuro, seguramente con una advertencia acerca de la resistencia que opondrá el sindicalismo a una reforma laboral en caso de que Juntos por el Cambio gane las próximas elecciones.
En este clima sindical efervescente, todavía está sin confirmarse la visita del ministro de Economía, Sergio Massa, a la sede de la CGT, en Azopardo 802. Estaba prevista para febrero pasado, pero se suspendió sin fecha hasta hoy. Era visualizada como la forma en que el sindicalismo iba a apoyar a Massa como candidato presidencial del Frente de Todos e incluso allí estaba previsto que el ministro confirmara que no sufrirán descuentos de Ganancias una serie de adicionales salariales. En la central obrera admiten que la visita se complicó luego de que se conoció el 7,7% de inflación de marzo.
Aun así, en la CGT hay dirigentes que trabajan para que Massa visite el histórico edificio el próximo 1° de mayo y allí anuncie el alivio en Ganancias para 600 mil trabajadores. Al día siguiente, la dirigencia cegetista se mostrará unida en el acto de Defensores de Belgrano. ¿Cuál será el próximo paso? Nadie piensa aún en declarar una protesta similar a las que le hicieron a Mauricio Macri por un cuadro económico similar. Mucho menos cuando está en juego la suerte electoral del Frente de Todos.