La novela política de verano santafesino parece a punto de terminar en ruptura: todo indica que la ley de necesidad pública no saldrá de Diputados, donde el Frente Progresista tiene mayoría, tal como quiere Perotti, y que el gobernador, ya sin disposición a ceder más, se resignará a gestionar sin ella. En ese marco, uno de los principales referentes de su administración, el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, acusó al socialismo en general –aunque responsabilizó personalmente al ex gobernador Miguel Lifschitz– de tener como único objetivo “poner palos en la rueda” y de “desconocer el resultado electoral del 10 de diciembre”.

El funcionario provincial, que habló en el programa Radiópolis de Radio 2, polemizó con el diputado socialista Joaquín Blanco, que minutos antes había dicho que la necesidad pública debería pasar por tres o cuatro comisiones antes de ser debatida en el recinto, acusó de inflexibilidad al oficialismo y cuestionó el proyecto porque “es una megaley que mezcla peras con manzanas”.

“Me llama la atención que diga que esta ley tiene que ir a cuatro comisiones, pedir informes, cuando él mismo votó hace tres meses el presupuesto sobre tablas. La ley más importante de la provincia, la más larga, que si la imprimís necesitas varias resmas, la votaron sin hacer una sola pregunta. Pero en el caso de la necesidad pública nunca es suficiente”, replicó Borgonovo.

Y luego apuntó directamente al ex mandatario: “Hago responsable a Lifschitz de esta situación, porque controla mayoría de Diputados y porque hasta hace muy poco era gobernador”. En ese sentido, sostuvo que cuando el rosarino estaba al frente de la Casa Gris “la oposición justicialista le votó endeudamiento, presupuesto, autorizaciones para gastos” y advirtió que este es “un antecedente muy malo porque lo que era tradición política desde el 83, que la oposición critica pero no traba la acción del Ejecutivo, en este caso se está quebrando”.

“Si no hay ley vamos a llegar a la conclusión de que querían perjudicar al adversario polítio que ganó las elecciones, más que ayudar a que la provincia salga adelante”, remarcó.

Para Borgonovo, el problema es que el socialismo “no acepta el resultado de las elecciones”. Al tiempo que advirtió: “Llevamos 90 días de gobierno y no encuentro más que palos en la rueda”.