Mientras su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, se preparaba para la presentación de esta tarde en Rosario, el precandidato a presidente Alberto Fernández participó de un acto por el Día de la Bandera en San Juan, donde entre otras cosas, habló sobre la situación procesal de la senadora nacional. Dijo que si la justicia existe, no será condenada y aseguró que no tiene “vocación de venganza”. Fue su primera visita de campaña a una provincia argentina.

En el marco de una visita proselitista a la provincia cuyana para participar del acto del 20 de junio, Fernández brindó una conferencia de prensa junto al gobernador sanjuanino, Sergio Uñac, y el titular del Partido Justicialista, José Luis Gioja.

Allí respondió sobre varios temas, pero no dudó al aseverar que "si la justicia existe, a Cristina nadie la va a condenar" porque "he estudiado todas las causas, y se de lo que estoy hablando, porque he escrito libros y hace 25 años que enseño Derecho".

Sobre la relación con el Poder Judicial, señaló: "No tengo vocación de venganza contra los jueces. Yo lo que quiero es una Justicia que sea propia de un Estado de derecho, con total independencia, con jueces honestos y que no dependan del poder político de turno".

"No tengo ningún interés de cambiar la Constitución porque para mí no es un problema", sentenció Fernández.

Sobre la presentación de la denominada boleta corta en algunas provincias, opinó que "son decisiones de los gobernadores de esas provincias y soy respetuoso de esa autonomía política, pero nosotros, en el Frente de Todos, vamos a presentar listas en todas las provincias".

Al respecto, agregó: "Soy porteño, pero reniego del centralismo. Por eso estoy empeñado en trabajar codo a codo con los gobernadores porque son actores centrales y no secundarios".

A la hora de opinar sobre la decisión del senador peronista Miguel Pichetto de sumarse a Cambiemos y ser el compañero de fórmula de Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), consideró que "es una decisión de Miguel y correrá su suerte. No lo voy a juzgar. Lo que perdimos fue un senador", fustigó.

También se refirió a la polémica por la legalización del aborto al señalar que "hay que respetar todas las posiciones y no me gusta que el país se divida. Pero el aborto no es un problema religioso ni moral sino que es un problema de salud pública".