La Fiscalía imputó por homicidio criminis causa a los dos detenidos por cometer una masacre en Capitán Bermúdez. Uno de ellos es el empleado metalúrgico Alexis “Chino” Lobos, dueño de la casa donde se cometieron los crímenes. El juez Carlos Andrés Gazza resolvió dictar prisión preventiva sin plazos para ambos.

“Hay distintas hipótesis” sobre el móvil de los homicidios de Santiago Ochoa (31), Emiliano Saucedo (25) y Eber Ramos (25), dijo la fiscal Luisina Paponi, al término de la audiencia. “Consideramos que fue un intercambio de pesos por dólares y el móvil fue poder quedarse con la plata que llevaban las víctimas”, dijo. Y aclaró que la investigación tiene varias medidas pendientes, como el peritaje de celulares secuestrados y entrevistas.

De la escena, indicó la fiscal, faltaron celulares de dos de las víctimas. Y se hallaron dos bolsos, uno con cuatro millones y otro con 500 mil pesos.

Fueron de los Tribunales de San Lorenzo, allegados a las víctimas pidieron justicia y escracharon a los imputados con pancartas.

El otro imputado es Luciano "Lucho" Palacio, quien estaba en la casa al momento de la llegada de la policía, el pasado sábado por la madrugada.

El criminis causa es el homicidio que se comete para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito, que en este caso, al menos según la teoría fiscal, sería el robo de los pesos de las víctimas. A más de 48 horas de los homicidios de la investigación tiene entre las hipótesis la de una operación cambiaria que, por motivos que aún no se conocen, no se concretó y terminó con un ataque a las víctimas con una maza y un cuchillo.

Según los primeros avances de la causa, existen indicios de que Ochoa llevó una mochila con 4 millones de pesos junto con su amigo Saucedo hasta la casa de Alexis L., quien supuestamente le iba a vender dólares. La conexión de Ochoa y Saucedo con el dueño de la casa fue, aparentemente, Eber Ramos, que es vecino del empleado metalúrgico en barrio Posta

Ramos, según publicó Rosario3, tenía pedido de captura desde mediados de 2022 por estar sindicado como presunto jefe de una banda dedicada a la venta de droga al menudeo en el cordón industrial.

Una vez que tuvo lugar el ataque el pasado viernes por la noche, el padre del prófugo por narcotráfico se dirigió al inmueble de 13 de Marzo al 300 donde fue el ataque y se llevó del lugar la Ford Ranger blanca que manejaba su hijo. Por ese motivo, la fiscal Paponi pidió un allanamiento en la casa del hombre, ubicada en calle De Los Inmigrantes al 500 de Capitán Bermúdez, donde se incautó su celular y el de su hijo recientemente asesinado.