“Que gane el quiero la guerra del puedo", reza el whatsapp de Nadia Podoroska, la nueva niña mimada del tenis femenino argentino que ansiaba y necesitaba casi desesperadamente un golpe de efecto desde el retiro de la entrañable Paola Suárez. 

Nadia quiso siempre lo que recién pudo después de una década de esfuerzos enormes, sinsabores varios y unos pocos mimos deportivos.

En Roland Garros, la guerra del puedo fue ganada ampliamente por el quiero. Y ahora la guerra será más sencilla de ganar, pero seguirá siendo una guerra. A partir de ahora para sostener lo que tanto esfuerzo le costó.

La frase que eligió Podoroska para su whatsapp en marzo de este año es popularmente conocida por “Noches de Boda”, una canción de Joaquín Sabina que el español interpreta en su versión más lograda junto a la genial Chabela Vargas. Pero hasta charlas Ted se dieron con esa consigna como disparador.

Aquella “Noches de boda” tiene otros deseos y muchos de ellos, curiosamente, le caen como anillo al dedo a la carrera de Nadia que parece haber encontrado el norte a partir de un gran resultado, pero que no es para nada una imposición para la tenista, o al menos no debe representar una presión que deteriore lo conseguido.

“Que el calendario no venga con prisas”, canta también el juglar. Todo a su debido tiempo y sin demora, que demore lo que tiene que demorar. El resultado que consiguió en el polvo de ladrillo francés no es una casualidad, es producto de un proceso sin tiempos marcados previamente, aunque para ello haya sido necesario un durísimo esfuerzo mental.

Nadia transpira convicción en la cancha y fuera de ella, no se mueve un centímetro de sus objetivos. Pero no les pone plazos y quizás ese sea su logro más importante, por encima de una semifinal de Grand Slam, a la que llegó después de un impresionante raid de 9 partidos en 16 días.

“Que el maquillaje no apague tu risa”, balbucea Sabina. La semifinal de Roland Garros es ahora un maquillaje -así de rápido pasa todo- que no debe modificar ninguno de los gestos que la trajeron hasta acá. Y como dice Gaby Sabatini: “A seguir cumpliendo sueños”

“Lograste con corazón y mucho trabajo un torneo impresionante y estar entre las mejores 50 del mundo! A seguir cumpliendo sueños! Vamos por más!!! Felicitaciones”, tuiteó la más grande tenista argentina de todos los tiempos. Si sabrá Gaby de corazón y trabajo después de entreverarse con Martina Navratilova, Steffi Graf, Chris Evert y Monica Seles.

Gaby conoce de tiempos, de desafíos que aparecen apenas conseguidos objetivos que demandaron un gran esfuerzo, pero nunca quiso que el tenis tomara decisiones por ella. A veces lo logró. Y cuando vio que podía perder la batalla, le dijo adiós.

Nadia no debe permitir que ahora la tironeen las demandas. A los 23 años y después de una década de esfuerzos le llegaron los tiempos de cosecha.

"Acabo de llegar al alto nivel, creo que tengo nivel suficiente para mantenerme acá, no creo que sea casualidad que esté aquí, con mi equipo venimos haciendo un trabajo importante. Creo que esto se puede sostener, pero no sé hasta dónde puedo llegar. Este resultado no va cambiar nada", aseguró Nadia tras perder la semifinal.

"Casi todo va a ser igual, mis entrenamientos, mis ganas de mejorar. Sí va a cambiar mi ranking y gracias a eso entraré mejor a los torneos, voy a estar un poco más holgada de dinero para poder elegir dónde jugar, pero mi vida va a ser básicamente la misma".

De eso se trata el próximo reto. A la par de su gran momento, correrán vorazmente las obligaciones y las presiones. El gran desafío es que Nadia las ponga a un costado y que su quiero le siga ganando, hasta cuando ella lo decida, la guerra al puedo.