Cintia Konjuh es docente-investigadora de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario y lleva adelante un proyecto que evalúa la calidad de los suplementos dietarios disponibles en la ciudad de Rosario. Parte de los resultados se presentaron en la Jornada de Ciencia y Tecnología 2018 organizada por la citada Universidad. Ahora la investigadora nos cuenta sobre los avances logrados recientemente.

¿En qué estado de la investigación se encuentran?
Como la mayoría de los suplementos tienen extractos vegetales se complica bastante el tema de resolver las mezclas que los componen. Estamos trabajando en eso para ver si tienen lo que dicen tener. También enviamos consultas a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) porque notamos mucho, sobre todo en los importados, que no sabemos si tienen algún tipo de permiso.

¿Cómo detectan esa cuestión?
Los números de Registro Nacional de Establecimiento (RNE) y de Registro Nacional de Producto Alimenticio (RNPA) inscriptos en la etiqueta al parecer no corresponderían a ningún producto. En el caso de ANMAT, ellos solos se ocupan de los importados. El resto de las áreas de bromatología de cada provincia son los que autorizan o no los de fabricación nacional. En Santa Fe la responsable es la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAl) dependiente del Ministerio de Salud de la provincia.

¿Es fácil para un usuario encontrar la autorización de un producto online?
A mí me costó mucho ingresar. En mi experiencia las provincias con páginas más accesibles son Santa Fe y Entre Ríos. Desde la página del ANMAT se deriva a páginas de las provincias pero en algunos casos no se encuentra el sitio o bien no está actualizado. También probé utilizando el número de RNE que aparece en el envase de alimentos y me costó bastante acceder a la información. También es bastante difícil poder consultar los RNE y RNPA que corresponden a provincia de Buenos Aires y ciudad autónoma de Buenos Aires, que son aquellos que comienzan con 02 y 01 respectivamente.

¿Cuál es la situación en la provincia de Santa Fe?
Cuando uno ingresa en la página correspondiente aparece si es un establecimiento autorizado y si tiene un producto registrado. No encontramos inconvenientes.

Pero hay numerosos productos que tienen número extraños, como si los números fueran inventados. A raíz de esto hicimos la consulta al ANMAT luego de chequear en su página. Como encontramos muchos que aparentemente no existían contactamos a este organismo oficial. Nos informaron que están trabajando para crear una base de datos única para todo el país. En otras provincias si uno consulta la página respectiva, encuentra un documento en pdf con el RNE del establecimiento. Pero no se puede consultar si determinado producto existe. También hemos hecho la consulta correspondiente y estamos esperando respuesta.

En el trabajo presentado a la JorCyT 2018 mencionan que detectaron suplementos con estanozolol, la cual es una sustancia prohibida. ¿Esto aparece en la etiqueta?
En realidad estos estudios se hicieron sobre muestras que nos trajo un familiar o la persona que lo está tomando y que quiere saber qué está ingiriendo. En sitios de Internet se pueden encontrar distintos productos para los cuales no se especifica cuál es el contenido. Es como que hay un mercado negro, no se sabe de dónde lo sacan.

En algunos gimnasios es común encontrar productos con estanozolol, pero al ser un círculo medio cerrado es algo que no se ofrece de entrada. Te lo ofrecen después de un tiempo de entrenamiento, por ejemplo. Es como una Internet profunda.

¿Cómo se les ocurrió empezar a trabajar en esto?
Porque teníamos consultas de gente que traía algún suplemento para analizar. Sobre todo con el caso de los pseudohomeopáticos que son recetados por un médico homeópata para adelgazar y cuando el usuario no está seguro de lo que está tomando.

Después nos empezamos a preguntar qué pasaba con los suplementos que son de venta libre. ¿Qué contienen? ¿Tienen lo que dicen tener? Hay muchos productos importados que contienen hierbas que no están permitidas para el uso de suplementos dietarios. ANMAT regula la composición de este tipo de suplementos y hay una lista de una 32 hierbas que han sido autorizadas para estar presentes en este tipo de productos. Pero también hay alrededor de unas 100 hierbas que están prohibidas (ver listado adjunto).

¿También aparecen hierbas no permitidas?
Hay suplementos que dicen contener hierbas no permitidas. Si bien la mayoría tiene las recomendaciones habituales (consultar al médico antes de ingerir, mantener fuera del alcance de los niños, no tomar durante el embarazo o lactancia) muchos tienen alto contenido de cafeína, nuez cola, guaraná, extracto de té verde. Pero la leyenda no te dice “cuidado: contiene cafeína”.

¿Incluso podrían contener efedrina?
Sí. Es más, hay muchos que tienen extracto de naranja amarga o similares, los cuales contienen sinefrina, la cual es parecida a la efedrina y produce efectos similares. En la etiqueta aparece que contiene extracto de Citrus aurantium que es naranja amarga, y uno de los componentes del extracto es la sinefrina.

También hay un par de suplementos importados que pueden comprarse libremente y que contienen el extracto de Citrus aurantium y patentada la sinefrina ya que aparece como marca registrada. También contienen otra hierba que está prohibida que es la rauwolfia.

¿Uds. brindan servicios desde el laboratorio para este tipo de análisis?
No lo tenemos organizado como servicio, para este proyecto en particular creamos una dirección de correo electrónico (proyectosuplementosrosario@gmail.com) para que todo aquel que quiera analizar los suplementos que está consumiendo se contacte y nos lo acerque para analizar.

Parecería que se necesitan más controles.
Sí. Hay un par de productos importados para los cuales hace un tiempo salieron alertas y ANMAT los retiró pero ahora se están vendiendo de nuevo en algunos negocios que venden todo tipo de suplementos. En estos locales, si pedís tres quemadores de grasa de distinta composición nadie te asesora o te dice que con uno solo sería suficiente, ni te aconseja que consultes con el médico o un nutricionista antes de comenzar a consumirlo.

Posiblemente el ámbito de una farmacia sería más seguro para vender este tipo de productos, con la orientación de un profesional idóneo.
Así es. Además está ese falso mito de que como tiene hierbas es natural e inocuo, lo cual es algo que se resalta en la etiqueta y en la publicidad, haciendo que la gente crea que no le va a pasar nada.

¿Esta falta de control es algo que afecta a nuestro país exclusivamente?
No. Por ejemplo, EE.UU. tiene muchos problemas con los suplementos ya que caen en un área gris: no son ni alimentos ni medicamentos entonces quedan en una nebulosa y no se sabe bien dónde incluirlos. Al igual que acá, las regulaciones para los suplementos son diferentes y no tan estrictas como las que se aplican a los medicamentos. Los fabricantes y distribuidores de suplementos son responsables de evaluar la seguridad y el etiquetado de sus productos antes de la comercialización. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) es responsable de tomar medidas una vez que hay una denuncia acerca de la comercialización de un suplemento dietético adulterado o mal etiquetado.

Me recuerda a lo que sucede con el tema de las bebidas energéticas.
Sí. Y también con los suplementos herbales

¿Cómo sigue el proyecto?
La idea es continuarlo ya que hemos encontrado cosas interesantes y la idea es terminar de analizar suplementos con los que estamos trabajando, ver si se corresponde lo que indica la etiqueta con el contenido real o hay alguna otra sustancia extraña. Esto último es algo que se menciona en la literatura, o sea encontrar sustancias que no deberían estar, en muchos casos son medicamentos que se expenden bajo receta u otros compuestos que no figuran en sus etiquetas, pudiendo ocasionar serios problemas de salud.

Claudio Pairoba es miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.

 

Materiales adicionales

Verdades y mentiras de los suplementos dietarios

Disposición ANMAT 1637/2001