El 20 de septiembre comienza uno de los ciclos más importantes dentro de la vida y calendario del pueblo judío. Este periodo de vital trascendencia se denomina Iamim Noraim, dura 10 días, y empieza el 20 de este mes (puede variar según el año) con la puesta del sol. Esa tarde empieza Rosh Hashana que es el 1 de Tishrei (Calendario hebreo) dia de la creación del ser humano. El 30 de septiembre finaliza este ciclo de 10 días con Iom Kipur (Día del perdón).

Cada Rosh Hashana cada uno y uno de nosotros nos recreamos. Ese día cada persona es juzgada por lo que realizó a lo largo del año que terminó (5777) y se decreta lo que va a suceder el año siguiente (5778). Es un concepto de extremada vigencia en la sociedad ya que puede generar grandes cambios (para bien) y, en consecuencia, vivir en mayor armonía.

La traducción literal de Rosh Hashana al castellano es “Cabeza de año”. La raíz en el idioma hebreo de Shana y Shinui (Cambio) es la misma. Ese día tiene que ser el comienzo del cambio, para bien y con una mirada hacia el futuro sin perder de vista lo que venimos haciendo.

En el Pirkei Abot (Etica de los padres) (3:1) está escrito : “Sabe de dónde vienes, hacia dónde vas y ante quién rendirás juicio y cuentas”. Estas tres frases se plantean como interrogantes para determinar cómo conducirse en el día a día.

Si sabemos de dónde venimos, cuál es nuestra historia, qué nos legaron nuestros antepasados, porqué lucharon, en qué invirtieron tiempo y esfuerzo, nos da la pauta sobre cuál es el camino a seguir. Esta generación tiende a creer que el pasado es desechable. Si continuamos con el sendero marcado por nuestros antecesores, nuestra posibilidad de lograr metas más elevadas es más alta.

Entender hacia dónde vamos es tener un objetivo claro, las metas que nos planteamos como personas y como sociedad. Por lo general se mezclan el fin con los medios y de esta forma se desvirtúa la misión real y se dificulta poder cumplirla.

El último interrogante es reconocer ante quién rendirás juicio y cuentas. Nos plantea que todo en la vida tiene consecuencias que pueden ser directas o indirectas. Estar conscientes de este hecho nos dejará hacer las cosas con mayor claridad y responsabilidad.

Durante estos días de reflexión debemos evaluar qué espacio le damos en nuestras vidas a lo que es relevante y cuánto tiempo malgastamos en cosas que no son tan importantes para nuestra vida, la de nuestras familias y la de la comunidad.

Luego de los 10 Días Temibles (traducción literal de Iamim Noraim) llegamos al día de Iom Kipur que es el día que D’s le dijo al pueblo de Israel “ Salajti kidbareja, Les perdone como lo pediste” (Bamidbar 14:20). Es el día propicio para el arrepentimiento por las malas acciones y donde buscamos corregir nuestra relación con D’s y con el prójimo.

Se ayuna alrededor de 26 horas desde la puesta del sol hasta la salida de al menos 3 estrellas del día siguiente. A diferencia de los otros ayunos dentro del calendario hebreo que son de aflicción, este es un ayuno en el que cesamos de preocuparnos por cosas mundanas para ocuparnos de las cosas importantes que nos enaltecen como humanos y nos elevan a otras categorías espirituales.

La vorágine actual no nos permite tener tiempo para nada y tampoco nos permite pensar, qué estamos haciendo y lo que vamos a hacer. Este día es el regalo de D’s para desconectarnos de todo y reencontrarnos con El, la familia, amigos y principalmente con nosotros mismos.

Es mi deseo que podamos aprovechar estos días para la reflexión y mayor crecimiento espiritual.

Shana tova umetuka, Gmar jatima tova. Tizku le shanim rabot.

Que este año que comienza tengamos año dulce y bueno y seamos sellados en el libro de la vida. Que ameritemos muchos años más.

Rabino Gabriel Malki

Asociacion Israelita Sefaradi Etz Ajaim