Indunor, empresa argentina perteneciente al grupo Silvateam, y un equipo de investigadoras del Hospital de Clínicas iniciaron una colaboración científica. El objetivo: determinar las propiedades de un suplemento alimentario a base de taninos de quebracho y castaño, y vitamina B12. Silvateam es una empresa de origen italiano con filiales y plantas en distintos países, líder en la producción de extractos de origen vegetal, que aporta los materiales vegetales a testear. Por su parte, el Hospital de Clínicas es una institución de reconocida trayectoria asistencial y académica dependiente de la Universidad de Buenos Aires.

Michele Battaglia (MB), presidente de Indunor, y María Marta Piskorz (MMP), médica investigadora del Hospital de Clínicas, nos cuentan sobre esta colaboración.

Silvateam: investigación y sustentabilidad

¿Cómo surge la conexión con las investigadoras del Hospital de Clínicas?

MB: Nosotros estamos trabajando con el equipo del Hospital de Clínicas y en particular con María Marta desde hace ya unos años, investigando las propiedades del quebracho y el castaño sobre la salud intestinal humana. Estábamos planeando hacer un ensayo clínico para estudiar estas propiedades cuando surgió el COVID-19. Tuvimos que suspender el otro ensayo clínico y como vimos que muchas de las propiedades que estamos investigando podían servir para esta enfermedad decidimos hacer un ensayo con ella.

¿Cuándo empezaron?

Empezamos en marzo toda la parte de análisis de bibliografía, vimos lo que pasaba en China y lo que usaban allá, cómo evolucionaba la enfermedad. El ensayo con pacientes empezó en junio.

Indunor busca generar procesos sustentables. ¿Cómo abordan el tema?

Dentro de su plan de sustentabilidad, Indunor trata de usar materias primas sustentables y hay un proyecto para que lo sean. También nos interesa que los procesos sean sustentables y es allí donde se inserta la producción de energía renovable. Esto es parte del “Programa Renovar 2”, que consiste en la generación de 10 megavatios, producidos con los desechos de la producción del tanino.

El proyecto iba a arrancar a finales de abril. Después, por la enfermedad, tuvimos que suspender las obras durante unos meses. Las actividades se lentificaron por la dificultad de hacer ingresar gente, materiales y demás. Ahora prácticamente está terminada y deberíamos hacer un trabajo en una caldera durante este mes. Esperamos poder entregar energía a la red en noviembre.

La tecnología de todo el proceso fue desarrollada internamente por nosotros con nuestro equipo de ingenieros, junto a empresas de la Argentina e Italia que nos dieron soporte en la parte de ingeniería.

¿Cómo impactó la COVID-19 en la producción de la empresa?

Tuvimos algunos sectores que anduvieron bien mientras que otros fueron muy afectados a nivel mundial. Indunor exporta la gran mayoría de lo que produce. Buena parte va al sector del cuero (suelas, cinturones y demás, producidos por nuestros clientes) y ese mercado se vió fuertemente afectado por la pandemia. Bajamos hasta un 85% la venta en el sector.

¿Cómo se involucra la empresa con el tema COVID-19?

Hay otros sectores que están ligados a este proyecto del COVID-19 que se refieren al reemplazo de antibióticos en alimentación animal. Por ejemplo en la producción de pollos, carne bovina y cerdo, que es un sector que está creciendo en todo el mundo. No solo porque la norma lo requiere sino porque la gente está pidiendo carne libre de antibióticos. Esta es una de las grandes problemáticas que tiene el mundo, en mi opinión mayor que el COVID-19, y que es la resistencia a los antimicrobianos la cual se ha generado en las últimas décadas debido al sobreuso de antibióticos tanto en animales como en humanos. Esto hace que hoy estos compuestos no funcionen como deberían hacerlo y la búsqueda de alternativas es una de las prioridades que el mundo tiene  en estos momentos. Los taninos son una de esas alternativas y cada vez se están afirmando más en el mundo.

¿Cómo es manejar una empresa familiar tan antigua como Silvateam?

La empresa tiene 166 años y soy parte de la cuarta generación. Las empresas familiares, como en toda familia, tienen la parte buena y la parte no tan buena. En general las empresas familiares tienen un plus que es la fuerza que da la familia, especialmente en momentos más difíciles.

También una cierta visión de mucho más largo plazo que otras empresas que tal vez no cotizan en bolsa o de otra índole. Nosotros pensamos que la empresa tiene que quedar para nuestros hijos y nietos así como fue para nosotros. Entonces nuestros proyectos y visión son de largo plazo y sustentable. Para quedarte tantos años en una industria tu visión tiene que ser sustentable. Eso es lo que diferencia a una empresa familiar de una empresa de otra índole.

¿Cuáles son los próximos proyectos?

A nivel mundial estamos ampliando varias de nuestras plantas. Otro sector que tenemos es el sector de la alimentación humana donde hemos entrado unos años atrás con aditivos. Por ejemplo la pectina que extraemos de la cáscara del limón, en parte argentino, que llevamos a Italia donde hacemos la extracción.

Ahora estamos construyendo una planta para fibras solubles con el fin de elaborar alimentos funcionales, que es una de las otras áreas de investigación que tenemos.

Otra área es la de energía, donde tenemos la planta en Chaco sobre la cual ya hablé.

Después tenemos nuevas aplicaciones que se van generando de a poco. Una es la nutracéutica con algunos productos que están saliendo pronto al mercado, como el del COVID-19. Después esperamos poder sacar otros, relacionados con una línea de investigación muy grande con la Universidad de Granada, sobre el efecto de los extractos de plantas en humanos.

Ingresaron al mercado norteamericano recientemente.

A nivel mundial tenemos presencia física de nuestra empresa en Italia, Argentina y Perú con producción propia. Después hay filiales en los mercados principales que son Brasil, China y abrimos hace poco la filial en EE.UU. Estamos en Francia y en España también.

Los EE.UU., son uno de los mercados más grandes del mundo al igual que China. Teníamos mucha menos presencia de la debida y por eso decidimos entrar más fuertemente con una filial propia, proyecto del cual estoy a cargo. Cuando el COVID-19 lo permita tendré que viajar más seguido allá también.

 

Hospital de Clínicas: investigando el efecto de los taninos

MMP: Estamos trabajando con pacientes que se internan en la sala general con diagnóstico de COVID-19 y estamos estudiando la flora bacteriana intestinal y modulándola con un tanino. Este tanino está en un extracto natural de castaño y quebracho. Es un suplemento alimentario que estimula el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. A través de ese mecanismo mejora la inmunidad.

La importancia de la flora intestinal en la salud en general es un tema que se ha desarrollado en los últimos años.

El estudio de las bacterias intestinales ha cobrado un impulso muy importante en los últimos años porque se ha visto que tiene relación con la salud y que determinada composición de bacterias predispone a tener diferentes patologías. Mi unidad estudia la relación entre las bacterias intestinales y los trastornos funcionales del intestino como el colon irritable. Pero estas bacterias también tienen relación con otras enfermedades.

Incluso algunos postulan una relación entre flora intestinal y estados depresivos.

Sí. Hay líneas de investigación sobre ese tema. Hay un eje cerebro-intestinal con las bacterias intestinales en el medio que es un modelo que trata de explicar cómo las bacterias intestinales influyen en las funciones cerebrales superiores como los cuadros psicológicos y los estados de ánimo. Hay estudios sobre el tema y también estamos en esa línea de investigación en el hospital. Pareciera haber una relación entre las bacterias intestinales y la depresión, la ansiedad y la somatización.

¿Quiénes forman parte del equipo que trabaja en COVID-19?

Tenemos un equipo formado por médicas clínicas: Andrea Pisarevsky, Patricia Vega y Guillermina Ludueña, la bioquímica Fabiana López y la extraccionista Julieta Repetti. Otros integrantes incluyen a Daniela Allerbon, Pablo Pepa y José Luis Dorfman. Hay algunas determinaciones que se harán fuera del país ya que están colaborando investigadores de la Universidad de Bologna en Italia y también de Houston, EE.UU.

¿De qué se encarga cada grupo?

La idea surge de nuestro equipo en el Hospital de Clínicas. Nosotras hicimos el diseño del trabajo y obtuvimos todas las aprobaciones. En este momento estamos trabajando en el reclutamiento de los pacientes. Estos son voluntarios que se internan, a quienes les proponemos participar y si aceptan son incorporados. La parte más interesante del estudio, más allá de la intervención con el tanino, es que estamos estudiando las citoquinas, sustancias inflamatorias de la sangre. Esto se hará en la Argentina, en el Laboratorio de Inmunogenética del Hospital de Clínicas. A su vez, todo lo que se hace en materia fecal para el estudio de la microbiota intestinal, se realiza en Italia y en Houston.

Las citoquinas son las responsables de la famosa “tormenta de citoquinas”.

Así es. Tuvimos la posibilidad de medir 27 de estas moléculas así que vamos a tener un panorama de lo que pasa con estos pacientes. Y ver si logramos modularlas con los taninos. Estas citoquinas son sustancias que todos tenemos y que aumentan o bajan si hay una infección o ante una situación especial. En el caso del COVID-19 en particular, parecen tener un rol especial en las complicaciones más severas.

O sea que están estudiando la modulación de la respuesta inflamatoria por los taninos a través de su acción sobre las citoquinas.

Exactamente. Ese es nuestra hipótesis y la línea de trabajo.

¿En qué forma se administra el extracto de taninos?

Es un extracto seco adentro de una cápsula. El paciente la toma dos veces por día durante 14 días en total.

¿Cómo se encuentran los taninos en la naturaleza?

Están ampliamente distribuidos en los vegetales: tallos, troncos, semillas. Habrás escuchado sobre las propiedades de la uva justamente por los taninos. En este caso usamos esta formulación en particular, de castaño y quebracho colorado producido en el norte del país. Cada uno de estos productos tiene su acción particular. Estamos testeando este producto en especial.

¿Cómo es la interacción con la empresa Indunor que provee los taninos?

Para nosotros es algo muy bueno y la empresa ha mostrado un gran interés en tener evidencia científica objetiva. Nos contactaron para estudiar el producto que ellos tienen. Esto me parece muy positivo porque hay una gran variedad de cosas viciadas en estas cuestiones. Es por eso que tener el interés por parte de una empresa de hacer investigaciones serias es algo muy importante. Nos han apoyado en todas las instancias y, obviamente, se mantienen independientes de la investigación. Nos dan un apoyo importante en lo económico, lo cual es nuestro déficit, ya que siempre estamos cortos de recursos en el ámbito público. Y este trabajo conjunto también es muy bueno para la gente que puede llegar a tener algún beneficio del producto que estamos testeando.

¿Cuánto tiempo hace que vienen trabajando con el tema taninos?

Empezamos hace un par de años a trabajar con el tanino y los trastornos funcionales del intestino. Este tema del COVID-19 surgió cuando apareció la pandemia. Al volver de mis vacaciones en marzo rápidamente se cortaron las actividades. Empezamos a recibir desde China algunas publicaciones que hablaban sobre la importancia de la modulación de la microbiota a través de los alimentos. Ellos tienen muy desarrollado el tema de la medicina china a base de hierbas. Entonces en marzo empezamos a proyectar esta idea, dándole forma para generar este proyecto que terminó siendo un ensayo clínico, con un diseño muy bueno que nos va a permitir sacar conclusiones válidas.

¿Cómo es el diseño del estudio?

Es un estudio doble ciego. O sea que ni el paciente ni el investigador saben lo que el voluntario está recibiendo: la mitad recibe el tanino y la otra mitad recibe el placebo. Esto se va a saber cuando terminemos el reclutamiento, el cual esperamos concluir pronto.

¿Cuándo tendrían resultados preliminares con el efecto sobre el COVID-19?

Esperamos que entre fines de septiembre y principios o mediados de octubre podamos terminar el reclutamiento y empezar con al análisis estadístico. Estamos muy ansiosos por tener los resultados y felices con la generación de este proyecto en combinación con Indunor. Considero que vamos a tener resultados interesantes.

Claudio Pairoba es bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de Rosario. Master en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature

 

Foto: Michela Battaglia y el equipo del Hospital de Clínicas: desde la izquierda Andrea Pisarevsky, Patricia Vega, Maria Marta Piskorz, Julieta Repetti y Fabiana Lopez.

 

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