“Reconozco que no estamos jugando como me gustaría, estamos muy lejos de eso, pero tenemos que valorar los puntos que sumamos y los goles que hicimos que no es poco”.
En el mundo Newell’s, recuperar la vertical, como se diría en el boxeo, es lo prioritario. Y un equipo sólo se levanta con resultados.

Por eso, las declaraciones de Ricardo Lunari de hace unos días en Zapping Sport, son irrefutables. Pero esa verdad puede ser desmenuzada aprovechando el tiempo de entrenamiento especial que entrega la doble jornada de eliminatorias.

Fernández Cedrés y Banega, los dos jugadores más importantes del equipo, son irremplazables, por lo que la única solución para esa debilidad rojinegra es recuperarlos para tenerlos dentro de la cancha.

@Newell's

Pero son días de reacondicionamiento y todavía queda una semana más para trabajar sobre el funcionamiento del equipo.

Frente a Lanús, Newell’s encontró fútbol y gol con Miljevic, un futbolista que ya había dejado buenas sensaciones con Méndez, quizás el único dato positivo de aquel ciclo afortunadamente terminado para la institución.

Lunari debe encontrar la solución para otro talón de Aquiles: los laterales. Martino aparece en todas las fotos de los cierres tardíos y Méndez se volvió vulnerable de tanto atacar. Allí, en los retrocesos, podría estar la explicación de los agujeros negros que se generan. Todo con la endeble colaboración de Velázquez y Salcedo, extrañamente desordenados.

Son una muy buena dupla, pero no están en sus mejores días.

Del medio hacia arriba, quedó expresado, falta volumen de juego, pero Ramírez y Juanchón se hacen importantes cuando el equipo los involucra.

Tarea para el hogar. Ricardo tiene trabajo por realizar antes de visitar el domingo próximo a Godoy Cruz.

“Tenemos que jugar de la misma manera que de local, no es tan difícil. Con esta camiseta no podés regalar ni un minuto. Ahí está la clave. Cuando el equipo se rebela, compite”, vociferó Matías Lequi tras la derrota en Florencio Varela. El Flaco, también tiene tarea para el hogar
Central tiene dos caras claramente definidas por los desarrollos y los resultados
. Una especie de doble personalidad que marca los partidos de local y los de visitante.

Matías habló mucho de intensidad tras la gran victoria frente a Vélez. Claramente es un aspecto a trabajar. Pero dentro de la cancha también pasan otras cosas.

El bendito retroceso también es un problemón para Central, sobre todo por el lateral de Sández, que en Florencio Varela ocupó Coyote Rodríguez.

Central cambió mucho su semblante después de los 15 minutos del segundo tiempo del partido con Defensa y Justicia.

Eso da ganas de pensar que el esquema de inicio no es el mejor y que quizás hay demasiados volantes para tan pocas funciones: hay agujeros atrás y poco volumen de juego que tortura a Copetti, de flojo rendimiento, pero también de escasa participación en los lugares de la cancha donde más rinde. Este no se parece en nada al que jugaba en Racing, pero Central no juega como aquel Racing, que le daba preponderancia al delantero surgido en Atlético Rafaela.

El doble cinco mejoró con Kevin Ortiz por Mauricio Martínez, pero no lo suficiente.

Con Campaz fuera del equipo, Malcorra se desgasta por izquierda, Lovera no le encuentra la vuelta por el medio y Giaccone siempre ilusiona más de lo que concreta. Parece que Jaminton estará de vuelta para el partido con Banfield.

Con este esquema, los volantes por afuera tienen casi la misma responsabilidad que los laterales en los huecos que se generan detrás del mediocampo canalla.

Ya pasó una semanita y se viene otra de reacondicionamiento gracias a los partidos de la selección.

Newell’s y Central están lejos de la clasificación a las copas pero no descartados. Lunari y Lequi tienen trabajo para realizar.

Ambos necesitan mejorar.