Desde un lugar céntrico de Rosario, Fito Páez dialogó este viernes con los periodistas Pedro Levy y Juan Junco para De 12 a 14, 

Durante la charla, se refirió a La ciudad liberada, su último disco, y adelantó cómo será la presentación de la placa, el próximo 30 de junio en salón Metropolitano.

También habló de la música como acción política, de la necesidad de luchar por la libertad, del movimiento de mujeres y de las ganas que tiene de ser reconocido como “el padre” de sus hijos.

La charla comenzó con una mención a La ciudad liberada. Al respecto Fito destacó “la buena recepción del disco” a tres meses del lanzamiento: “Hay muchos temas que ya están convertidos en clásicos”.

También se refirió a la canción “Aleluya al sol” en la que el rosarino manifiesta su apoyo al movimiento de mujeres con una letra que incluye frases como “crimen no es pasión”: “No hay crimen pasional, hay un asesinato”, sostuvo el músico.


En tanto que sobre el reclamo concreto en torno a la despenalización del aborto, el autor de “Tumbas de gloria” destacó esta lucha “y la de cualquier persona que pelea por su espacio y por su libertad merece ser celebrado”.

“La libertad le jode a mucha gente y por eso hay que pelear para que sea real”, concluyó

Centrado en La ciudad y el proceso de gestación el álbum, el músico apuntó: “Pienso que la estética es una ética. Buscar la construcción de un disco, un libro, una obra lleva mucho tiempo (…)”

Y definió a todo ese proceso como una “labor política: “No lo hago así nomás, uno atrás del otro. No invento noticias para estar en una cámara, me dedico a una cosa sagrada que es la música.”

También llamó a dejar de la lado el celular y a escuchar más música. Para el compositor, esta genera “un viaje hermoso”.

“Muchaches, hay que apagar el teléfono un rato”, reclamó.


Con la intervención de Juan Junco, llegó la mención concreta a Rosario y las distintas posibilidades de pertenencia que supone el lugar en el que se nació.

“No hay que ser tan ingenuos (…) hay de todo en una ciudad. Y una persona genera amor, o sea, empatía, pero también genera odio. Y hay mucha otra gente a la que no le importa lo que hacés. Me parece que está bien dividir en tercios...Sí siento que este es mi terruño, que soy un poco el rey de la cuadra”, afirmó.

Durante la entrevista, también hubo un momento para cruzar a Fito con Raphael –que se presentó el último domingo en la ciudad– y revelar la historia de “un asado pendiente” entre ambos.

Por último, al ser consultado sobre si esperaba ser reconocido como el padre del artista plástico Martín Paéz, Fito manifestó su orgullo, al tiempo que destacó el talento de su hija Margarita para tocar el piano.

“Me encanta que pase pronto eso, ser el padre de ellos”, soltó.

La ciudad liberada en escena

A la hora de adelantar el show que presentará el próximo 30 de noviembre en Metropolitano, Paéz dijo que tocará “once o doce” de las 18 canciones del nuevo disco.

“Las vamos a repartir en la lista porque a mí también me gusta tocar los hits. Me gusta hacer «11 y 6», “Mariposa (technicolor”)», «Ciudad de pobres corazones». Un concierto es una celebración, una celebración tribal. Y los corazones tienen que salir distinto de como entraron. Y para que eso suceda tiene que haber guiños nuevos sobre la historia en común. Y creo que este concierto es uno de los más hermosos”.