Una inyección letal terminó con la vida de Roberto Moreno Ramos. El estado de Texas ejecutó este miércoles al preso mexicano de 64 años, condenado a muerte n 1993 por el asesinato de su esposa y sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron encontrados enterrados bajo el baño de su casa.

La ejecución se produjo pese a los intentos del país de origen de Roberto Moreno Ramos por frenarla. A principios de esta semana la Cancillería de México hizo el reclamo argumentando que se trataba de un “caso flagrante de violación a los derechos humanos y al derecho internacional”.

Moreno formaba parte de una lista de medio centenar de reos mexicanos en Estados Unidos amparados por una sentencia de 2004 de la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya (CIJ), a quienes no se les había informado en el momento de su detención de su derecho a recibir asesoramiento consular.

La Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas, sin embargo, decidió de manera unánime el lunes no otorgar clemencia a Moreno, una decisión que fue respaldada por la Corte Suprema de EE.UU

Según informa el diario The Washington Post, cuando en la noche de este miércoles se le preguntó a Moreno si quería hacer una declaración antes de ser ejecutado, este dio las gracias al consulado mexicano por su ayuda en el proceso de apelaciones y aseguró que estaba agradecido por el "trato humano que recibí en prisión en Texas".

"Gracias Dios. Señor, mándame una carroza. Estoy listo", dijo.