Enrique Romero mató a Brian Aguirre, adolescente de 15 años que lo asaltó con otros delincuentes en su taxi, de dos disparos de arma de fuego en el tórax. Fue el 20 de septiembre de 2015, después de haberlos dejado de un viaje en la intersección de Donado y Gustavo Cochet. 

El tribunal penal de primera instancia integrado por los jueces Mariano Aliau, Facundo Becerra y Gonzalo López Quintana condenó a 3 años de prisión efectiva a Romero. Como el taxista ya cumplió ese tiempo con arresto domiciliario, se ordenó su libertad.

La acusación fue llevada a cabo por el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, que estuvo asistido por el equipo de litigación de la Fiscalía. En tanto, Romero fue defendido por los abogados Gabriel Navas y Gonzalo Rucci.

Navas había sostenido en el programa A Diario (Radio 2) que su cliente había usado un arma que se le había caído a unos de los ladrones que lo asaltó. Agregó que poco tiempo atrás había sufrido un robo y una herida de arma de fuego en el tórax por lo que debió estar internado con respirador artificial durante 17 días.