El portal Arche90 informó que los dueños de una tortuga taladraron uno de los extremos del caparazón del animal y luego la amarraron en el jardín para evitar que escapara mientras estuvieran de vacaciones.

En el agujero pasaron un anillo que a su vez estaba unido a un cable.

Arne Stenzel y Ute Nack, una pareja de Dortmund que descubrió con horror la suerte del quelonio, llamó a los bomberos y a una organización defensora de animales.

Acompañados de un veterinario, liberaron a la tortuga que se recupera en un refugio animal local.

Fuente: Arche90


Max Schaurte, responsable del refugio, explicó al medio alemán que "el animal debe de haber sufrido un dolor agonizante, porque el caparazón es similar a la piel humana".

Los dueños de la tortuga fueron denunciados por maltrato animal.