Según rezan las estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación, en nuestro país, “uno de cada 100 recién nacidos presenta alguna cardiopatía congénita, es decir, una malformación del corazón que se produce durante la vida fetal. En la Argentina, nacen al año unos 7 mil niños y niñas con esta patología.

“Existen cardiopatías que no son congénitas; que son adquiridas como las de algunas infecciones, como la endocarditis infecciosa; o válvulas que se van dañando por enfermedades sistémicas. Las cardiopatías congénitas hacen su aparición en las primeras semanas de gestación”, respondía a rosario3.com, la doctora Lucrecia Mata médica cardióloga, especialista en cardiología infantil.

- ¿Qué respuestas damos desde la práctica médica?

- Para todas estas cardiopatías hay respuestas. Para las de mejor o peor pronóstico, hay respuestas. Cuando hablamos de respuestas nos referimos a respuestas médicas. Hay algunas cardiopatías que tienen tratamiento médico; otras, se resuelven espontáneamente, son las que con el tiempo, el mismo organismo las va resolviendo. Otras requerirán solución quirúrgica ya sea por vía endovascular, mediante cateterismo; y otras que requieren cirugía cardíaca. Las primeras son más simples y menos invasivas para el paciente; pero no todas son pasibles para resolverse de esa forma.

¿A veces estas malformaciones con las que nacemos se detectan recién en la edad adulta?

- Es una comunicación intra auricular; entre las dos aurículas, se trata de la cardiopatía más frecuente en el diagnóstico de la persona adulta porque da muy pocos síntomas lo que dificulta su diagnóstico temprano. No genera soplo; genera un segundo ruido que sólo es detectado por especialistas con el oído entrenado. Se llama C I A, genera un flujo mayor de la aurícula izquierda a la derecha, lo que le da a quien la sufre problemas pulmonares como broncoespasmo que si se repiten recién allí nos los derivan a esos pacientes. En general sus síntomas están solapados lo que dificulta su diagnóstico. Es por esta causa que se diagnostica recién en la edad adulta. En algún examen pre quirúrgico o en algún examen de rutina suele detectarse.

Insisto: no generan problemas; pero, cuando es detectada en forma tardía entre 40 a 50 años, aumenta la mortalidad; ya que, esos pulmones fueron sometidos a un exceso de flujo durante mucho tiempo y se van tornando más rígidos y generan algún grado de hipertensión pulmonar. Por eso las CIA hay que, en lo posible, corregirlas tempranamente, en la edad infantil.

Muchas veces, diagnosticadas en la adultez se pueden corregir sin generar mucho malestar. Se hace un cateterismo y se libera a los pulmones para que la presión sea la normal, ya que muchos años de mucho flujo pudo haberlos dañado. Se les coloca a los pacientes un pequeño dispositivo, como si fuera un carretel cuya misión es tapar ese pequeño orificio que comunica a las dos aurículas y el problema llega a resolverse.

Cambiando de tema, ¿cómo se resuelven esas taquicardias que suelen tener algunos niños y jóvenes?

- Hay dos tipos: una que se llaman taquicardias sinusales, es decir, en las taquicardias “normales” que se genera en el nodo sinusal que es la usina del corazón. Existen otras taquicardias que se originan en otros sitios; estas taquicardias son relativamente frecuentes; lo que se hace es una ablación de un cablecito extra que tienen esos pacientes y la taquicardia queda resuelta.

Muchas veces los especialista no intervienen y esa patología se resuelve. ¿es así?

- Muchas veces estas taquicardias se detectan en el electrocardiograma, los pacientes carecen de síntomas; son de aparición espontánea y se resuelven sin intervención. Si persiste la taquicardia entonces nosotros indicamos la ablación; por eso mi recomendación a los pacientes que tienen este síntoma de Wolff-Parkinson-White es que se sometan a controles con relativa frecuencia y nada más que eso. Esos pacientes pueden realizar actividad física normal.

¿En pediatría cuál es el síntoma cardiológico por el que más consultan?

- Es el soplo. El que en la mayoría de los casos carecen de entidad. A veces me consultan por una arritmias que se llaman extrasístoles; son latidos anticipados que los producen otras usinas que están en la aurícula, cuando al niño lo sometemos a una actividad física y lo monitoreamos a través de un holter u otros estudios  esos síntomas desaparecen. Son benignos.

Otra cosa que podemos llegar a diagnosticar es la válvula aórtica bicúspide que es la que permite la salida de la sangre del ventrículo izquierdo hacia la aorta que en lugar de tener tres partecitas tiene dos y lo único que nos exige es hacerle al paciente controles anuales.

Lucrecia Mata. Médica Cardióloga. Cardióloga Pediátrica. Matrícula: 16682
Consultorios del Británico. Jujuy 1540
Rosario