Cuando pensabas en la elección de tu carrera y te imaginabas en tu profesiónactual, todo parecía ideal. Incluso al comienzo de tu vida laboral, no tenías más que comentarios positivos para con tu trabajo.

Pero de un momento a otro todo empezó a cambiar. Ahora te pasás los domingos por la tarde sufriendo pensando en que al día siguiente vas a tener que volver a la oficina.

La sola idea de retomar la rutina semanal te hace sentir mal, por lo que constantemente querés que llegue el viernes. Pero para empeorar tu situación, cuando termina tu jornada laboral y te vas a tu casa seguís pensando en el trabajo, e incluso te pasa el fin de semana.

¿Qué es? Aunque quizá no lo sepas, este es un claro síntoma del Síndrome del Quemado o Síndrome del Burnout, uno de los más peligrosos para los trabajadores.

Este se traduce como el síndrome del agotamiento laboral, y básicamente, causa agotamiento tanto a nivel físico como emocional. Lleva a los trabajadores a odiar su trabajo, creer que no son capaces de enfrentarlo cada día, perder su autoestimay desconfiar de sus propias cualidades.

¿Qué lo causa? Este síndrome puede aparecer, tarde o temprano, en todos los profesionales sin importar jerarquías o sectores.

Sin embargo, existen una serie de hábitos de trabajo que practicados de forma frecuente pueden acelerar el surgimiento del burnout.

¿Querés evitar su aparición? Estas son las 5 cosas que te están quemando en el trabajo y deberías empezar a evitar:

.1 Responsabilidades: Tener demasiadas responsabilidades a tu cargo incrementará tu nivel de exposición al burnout, especialmente si te hacés cargo de acciones o decisiones que no te corresponden.

2. Estancamiento: Las pocas o nulas posibilidades de crecimiento inevitablemente llevan al burnout. Si querés crecer en la empresa para la que trabajás y no podés, será mejor cambiar de empleo.

3. Compañeros tóxicos: Aquellos que no permiten la concentración, que realizan comentarios negativos o distraen. Lo mejor siempre será alejarse de ellos.

4. Los horarios: Un horario más extenso, que no permita una óptima conciliación de vida laboral y personal es el primer enemigo de todo trabajador sano.

5. Límites: ¿Tus ideas no se consideran? ¿No te permiten ser creativo? La frustración de las limitaciones se acumula e incrementa con el paso del tiempo.

Controlar la aparición de este síndrome puede parecer imposible, pero de hecho no lo es. Salir de este círculo de baja autoestima y desconfianza requiere precisamente lo opuesto: buen ánimo y confianza en las propias capacidades.

¿Sentís que estás quemado? ¿Tenés algunos de los hábitos que lo causan? Tomá cartas en el asunto cuanto antes, pues solo así vas a conseguir evitar que la situación empeore.

Fuente: Universia Argentina