Un hombre deberá cumplir 4 años y 6 meses de prisión por haber cometido reiteradas agresiones contra su ex pareja, su suegra y su cuñada, de acuerdo a un fallo judicial de primera instancia.

El juez penal Gustavo Pérez de Urrechu condenó a Gustavo Alberto F. por amenazas, daños y desobediencia. Tenía una sentencia a 1 año y medio de prisión efectiva, pena que se unificará con otra anterior a 3 años de ejecución condicional.

Además, el magistrado recomendó al hombre que siga un tratamiento psicológico enfocado en violencia de género.

Durante nueve años, F. acosó a su ex novia, según determina el fallo. En el juicio que lo tuvo en banquillo de los acusados, testigos dieron cuenta de las amenazas, insultos y agresiones que padecieron ella y su familia, con el fin de intimidarla, amedrentarla e impedir el libre desarrollo de sus actos.

El parte judicial detalla que el hombre la perseguía, le sacaba fotos y las subía a Facebook, la interceptaba cuando llegaba a su casa y, en una ocasión, hizo estallar de un piedrazo la luneta del auto en el que se encontraban su suegra y su cuñada.

Luego de escuchar los testimonios en juicio oral y público, Pérez de Urrechu llegó a la conclusión de que “se evidencia una situación de violencia, tanto doméstica como de género, con la desigualdad en las relaciones de poder que existen entre sus protagonistas”, lo que en este caso particular también trascendió a sus familiares.

Para el juez, los testimonio de familiares y policías que intervinieron “son reveladores de una serie de comportamientos reiterados y persistentes, de hostigamiento de F. hacia su ex pareja para asegurar sus designios, de aleccionamiento en la sumisión y control, de ejercer su poder sobre ella y su familia, compuesta exclusivamente por mujeres”.

El magistrado consideró que “del propio relato del imputado y sus familiares surgen indicadores de violencia de género contra la mujer”. Esto se desprende de expresiones que utilizó para describir el inicio de la relación, cuando ella “era buena y sumisa” y la “tenía” como una reina. Estas expresiones, si bien pueden entenderse como una buena intención, en el fondo “esconde el sometimiento, la cosificación y la posesión”; y que, en contraposición, cuando dejaba de ser callada, buena y sumisa, aparecía la “corrección” por medio de la agresión.

El juez también consideró relevante para establecer el contexto de violencia de género el procedimiento abreviado por el cual F. fue condenado a 3 años de prisión condicional y el incumplimiento de las prohibiciones de acercamiento y cese de hostigamiento que pesaban sobre él.