Aquellos hombres que tengan hijos contarán con mayores posibilidades de vivir más años, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Karolinska, en Estocolmo (Suecia).

A esta conclusión llegaron luego de realizar un exhaustivo análisis estadístico de los historiales de más de 700 mil hombres y mujeres nacidos entre 1911 y 1925, tomando en consideración -además de la longevidad- su estado civil, nivel de educación y números de hijos.

A partir de ello descubrieron que desde los sesenta años, cuando la salud empieza a deteriorarse, los hombres que han sido padres tienen como media una esperanza de vida dos años mayor, según el trabajo publicado en la revista Journal of Epidemiology & Community Health y reproducido por Muy Interesante.

A medida que se incrementaba la edad, y subía el riesgo de muerte, la brecha entre los hombre con y sin hijos se extendía. Por caso, las probabilidades de fallecer para un hombre de 80 años con al menos un hijo era del 7,4%, comparado con el 8,3% de un hombre de la misma edad y sin hijos.

Curiosamente en el caso de las mujeres, con mayor esperanza de vida en general, la relación era menor, aunque también existía. Lo cierto es que esta investigación va en consonancia con otras que ya advertían sobre las consecuencias nocivas de envejecer sin descendencia. Parte de esto tiene que ver con las carencias sociales y económicas que deben enfrentar las personas solas en los últimos tramos de su vida.