No hay congreso ni seminario del agro en el cual pase desapercibida la necesidad de una nueva ley de semillas. El ex ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile afirmó que en 2017 se sancionaría una nueva. Hace unos días, el actual titular de la cartera agroindustrial, Luis Miguel Etchevehere, comentó que el proyecto saldría en este período legislativo del Congreso.

Para debatir en torno a este tema, e realizó una jornada en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Belgrano, denominada: “Ley de Semillas, una asignatura pendiente”.

Profesionales del sector público y privado que conocen el tema de cerca y tienen un gran interés en que se sancione la nueva ley, ya que la última data de 1973, se refirieron a los puntos en los que hay en discordia y a los beneficios que tendría esta nueva legislación para el país.

Durante la jornada, Gilberto Alegre, diputado nacional por el Frente Renovador en el período 2013-2017 y autor de un Proyecto de Ley de Semillas (expediente 3077/16), presentó y entregó un libro en el cual recopila los aportes y lo debatido durante dos jornadas de discusión en el Congreso en las que participaron los sectores interesados, se alcanzaron importantes puntos de consenso, pero no se logró tratamiento, ni siquiera en la Comisión.

Al ser consultado por Agrofy News acerca del proyecto de reforma de la Ley de Semillas del Ministerio de Agroindustria que circula y según trascendió pronto será presentado en la Cámara de Diputados. Alegre, opinó: “No creo que se pueda seguir trabajando sobre la Ley anterior porque son parches a un proyecto muy viejo. Desde entonces hasta el presente todo ha variado notablemente y hace falta la creación de una nueva ley”.

En este sentido, en la presentación del libro, Alegre expresa: “Nos urgen nuevas reglas de juego”.

Ante un auditorio lleno, apuntó hacia el oficialismo y puntualizó: “Hay determinados momentos en los que hay que tomar decisiones y los gobiernos de los últimos años no lograron consensuar”, y agregó: “El Estado necesariamente es el árbitro cuando todos opinan diferente, esta discusión puede tener treinta años, pero nunca ha sido tan eminente como ahora”.

Los motivos de tener una nueva Ley

A su turno, Federico Trucco, CEO de Bioceres S.A. manifestó que “la discusión tiene ver con sobre el uso propio y la onerosidad de un bien que es autoaplicable. Las semillas son replicables y eso genera dificultad sobre los derechos de propiedad”. En tanto, auguró: “Esperemos que el Congreso nos dé, de una vez por todas, lo que necesita la Argentina del Siglo XXI”, apuntó.

Por su parte, el empresario agropecuario, Gustavo Grobocopatel fue claro y contundente: “Estamos viviendo de las innovaciones que hicimos hace 25 años, y tímidamente estamos haciendo cosas para dentro de diez años”.

Debido a las opiniones suscitadas en torno a la ley, aclaró: “No tiene que ver con una empresa sino con el futuro y hacia dónde vamos”. Grobo, aseguró que hay que ir hacia una ley viable y justa, viable porque tiene que ser simple, y justa, para que todos ganemos o perdamos.

Para el empresario, la ley tiene que incentivar que el 100% de la semilla sea certificada. A su vez, resaltó que “el uso propio oneroso generaría un fondo donde el dinero vuelva a las empresas, destinándolo a la investigación y previamente al control”.

En tanto, el gerente general de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), Alfredo Paseyro, resaltó: “ASA pide a gritos tener una Ley de Semillas para todos los cultivos que son estratégicos para su región”. Paseyro, pidió a los presentes que ayuden a acercar a los sectores de la oposición para que se dé el debate en el Congreso.

En diálogo con Agrofy, señaló que uno de los objetivos de ASA para este año tiene que ver con la Ley de Semillas, como una solución a lo que es el reconocimiento a la innovación. Al respecto, detalló: “Durante el 2017 participaron activamente tres de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, quedó afuera FAA aunque siempre estuvo invitada; ACREA, AAPRESID y la industria, en la elaboración de un documento que se entregó en diciembre al Ministerio de Agroindustria. Hay un consenso en que hay que encontrar una solución, no se puede seguir dilatando y lo tiene que liderar el gobierno”.

Paseyro, comentó que desde la asociación apuntan a que siga creciendo la industria semillera (cultivos regionales, especialidades) y a mantener marcos regulatorios que den previsibilidad a lo que Argentina utiliza y que se negocie con aquellos destinos por ejemplo China que requieren aprobación y después una concientización en cuidar la Tierra. “Necesitamos cuidar la Tierra y seguramente con la utilización de menos recursos”, sugirió.

Efecto económico social

“Hace muchos años que Argentina necesita esta ley”, así lo expresó, Antonio Aracre, director general de Syngenta para Latinoamérica Sur. En este sentido, señaló que observa tres ventajas muy claras, una estratégica, una agronómica y otra, económico social.

En diálogo con Agrofy, explicó cada una: “La estratégica consiste en combinar la industria del conocimiento científico con la producción de commodities eficientes y descubrir un nuevo sector que genere divisas y exportación en Argentina que tanto necesitamos para enderezar la cuestión del déficit externo; la segunda, es atacar un dilema agronómico, la creciente necesidad de encontrar soluciones nuevas y sustentables al tema de las malezas resistentes. Hay tecnologías ya existentes que no llegan al país porque no tenemos un marco regulatorio apropiado”.

Una atención especial, merece la razón económica social, ya que según Aracre en virtud de tener esa ley se generaría una industria nueva que crearía 100.000 puestos de trabajo y mucha inversión. “No podemos ser tan necios como para frenar un proyecto que hoy Argentina está necesitando de una manera tan imperiosa como es la llegada de inversiones genuinas no financieras y la creación de fuentes de trabajo”, subrayó.

En otro orden, al ser consultado por los desafíos que enfrenta Syngenta en lo que resta del año, Aracre, respondió: “El principal reto que tenemos después de la adquisición de Nidera, es hacer una integración inteligente y llegar al productor con una oferta mucho más amplia, muy competitiva en todos los cultivos en semillas y con el liderazgo profesional que siempre tuvimos en el sector de protección de cultivos”.

Fuente:  Agrofy