Uno de cada tres argentinos mayores de 18 años presentó un trastorno de salud mental en algún momento de su vida. Los más frecuentes fueron el episodio depresivo mayor, seguido por el abuso de sustancias y las fobias específicas.

Así se desprende de las conclusiones iniciales del primer Estudio Argentino de Epidemiología en Salud Mental, publicado en la revista científica Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology. Se trata del primer estudio nacional en población general de la Argentina que busca estimar las tasas de prevalencia y severidad de los trastornos mentales a lo largo de la vida y la edad de inicio de los mismos, así como la demora en buscar asistencia y la eficiencia de los servicios. Este trabajo inicial, financiado por el Ministerio de Salud de la Nación, tuvo como unidad ejecutora la Facultad de Medicina de la UBA a través de un convenio con el Consorcio Internacional de Epidemiología Psiquiátrica OMS/ Universidad de Harvard –presidido por el profesor Ronald Kessler– y contó con el apoyo técnico y material de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)”. (Fuente www.perfil.com).

Por este motivo consultamos al psiquiatra Ernesto Yoldi que ante nuestra pregunta: sobre si la ansiedad suele coexistir con la depresión, enfatizaba; “Sí y más, la ansiedad es un síntoma capital en muchos tipos de depresión y en la mayoría de las depresiones está presente la ansiedad; así como está presente, también, la angustia".

El entendido continúa explicando que "muchas de estas personas tienen tanta carga de ansiedad que les produce insomnio. Por otro lado, la ansiedad tiene síntomas mentales o cognitivos siendo uno de ellos la incapacidad de dejar de pensar; nos dicen por ejemplo que sus cabezas trabajan las 24 horas del día, agregando preocupación y temor. Incapaces de descansar, esa persona se acuesta y sigue metido en sus pensamientos  atormentándose y no puede conciliar el sueño y sigue con miedos anticipatorios pensando lo que va a venir que no va a ser nada bueno seguramente. La persona piensa en esto como una nueva verdad que realmente le va a pasar, y masculla, elucubra y actúa antes de enfrentarse con lo que debe enfrentar. Este es un estado en el que los pensamientos se adueñan de nosotros".

"En los estados de depresión es imprescindible indicar una medicación para atemperar estos estados ya que notamos que a la mayoría de las personas se les hace muy difícil transitar por ellos", dice Yoldi", y contunúa "esas personas viven como secuestradas por sus propios pensamientos, por sus propios fantasmas".

- ¿Hay depresiones solapadas, que cuesta darse cuenta incluso a las personas que están rodeando a quienes la padecen?

- Exactamente. Uno de los puntos más importantes de las depresiones es su sintomatología; lo que prima son los síntomas físicos. Es la persona que se vive quejando de dolores y malestares físicos. Nosotros a eso le damos el nombre de somatizaciones. Es como si su cuerpo hablara a través de los síntomas físicos. El paciente va al médico clínico y le relato todos esos malestares. El médico lo examina y le dice que no tiene nada. El paciente recurre al cardiólogo y otro tanto, al gastroenterólogo y lo mismo. El paciente detrás de esos malestares físicos solapa una depresión a la que llamamos depresión enmascarada.

- Entonces un buen psiquiatra ¿es un buen lector de cuerpos?

- Totalmente. Es parte de lo que hacemos, leemos el lenguaje no verbalizado expresado en el cuerpo y es para nosotros de singular importancia. Gestos, actitudes del paciente, síntomas. Todo lo cual depende de nuestra observación. Muchos de nuestros diagnósticos son eminentemente clínicos.

 

Dr. Ernesto Yoldi, médico psiquiatra
Matrícula 10356
Consultorios “Alvear”, Alvear 1768
Rosario