El dueño de una joyería, de aproximadamente 55 años, fue hallado muerto en el mediodía de este jueves en su local de Mendoza y San Martín, en pleno centro de Rosario. El negocio estaba cerrado con llave y se cree que fue un homicidio pero no en ocasión de robo. 

La víctima fue identificada como Miguel Ángel Gómez, de aproximadamente 55 años. El fiscal Adrián Spelta, de la unidad de Homicidios Dolosos, manifestó ante la prensa que la última vez que fue visto eran casi las 11.30, cuando ingresó al negocio. Afirmó que tiene acreditado que entró otra persona a la que buscan identificar.

Creemos que falleció en forma violenta porque tiene un corte profundo en el cuello, que a simple vista es la causa de la muerte”, dijo Spelta, aunque aclaró que si bien “no se descarta nada” por el momento, el hecho no habría sido en el marco de un asalto porque “no hay desorden” en el lugar.

Al parecer, Gómez pudo haber conocido a su agresor o haber sido sorprendido porque “no opuso resistencia, sólo tiene un corte en una mano de carácter defensivo”, de acuerdo al primer reporte oficial. Se solicitó la autopsia en el Instituto Médico Legal.

El tránsito en la cuadra de Mendoza al 900 continuaba cortado en las primeras horas de la tarde. La policía intervino desde el mediodía y se calcula que la muerte fue entre las 11.20 y las 12. Se ordenó relevar cámaras de seguridad de la zona.

Del trágico episodio “dio aviso la hija –del fallecido–, que vio que el auto del padre todavía estaba en la cochera”, agregó Spelta, y señaló que con un cerrajero se logró ingresar a la joyería, donde se encontró el cuerpo sin vida, tendido en el piso y ensangrentado.

La pista más firme hasta el momento se basa en la declaración de un testigo, que dijo haber visto entrar a una persona al negocio y salir al rato. Después de eso, el joyero no salió más.

Consultado por la prensa sobre una supuesta causa judicial en la que pudo haber estado envuelto el joyero, el fiscal aclaró que hasta ese momento no disponía de eventuales antecedentes de la víctima y que los familiares no manifestaron nada sobre la existencia de amenazas o conflictos previos.

“No descartamos nada, sólo tenemos datos crudos objetivos”, insistió el investigador, aunque por “cuestiones de organización” de la Unidad Fiscal, a la causa la llevará adelante Marisol Fabbro. Vale señalar que Spelta ya trabajaba desde la madrugada con el caso del taxista asesinado en calle Casilda y Formosa, zona norte de Rosario.