Los principales empresarios de la vivienda construyeron 33 mil viviendas en los últimos 15 años en Rosario y proyectan duplicar el ritmo de unidades concretadas en los próximos tres años. Ese crecimiento, sin embargo, choca con una realidad del mercado inmobiliario. Los precios de los alquileres subieron muy por encima de la inflación y de los salarios (más del 70% en dos años). Además, existen unas 60 mil casas y departamentos ociosos en la ciudad y un déficit habitacional de 50 mil unidades.

"A pesar de que la oferta crece, se eleva el precio del metro cuadrado y de los alquileres, y esto implica una burbuja que termina mal", aseguró a Rosario3.com Ariel D'Orazio, coordinador del Consejo Asesor de Vivienda en la Oficina del Consumidor.

El doble de nuevas viviendas por año

La Asociación Empresarios de la Vivienda (AEV) Santa Fe realizó un relevamiento al interior de las Pymes que la componen y detallaron que concretaron 32.911 viviendas en 15 años, entre 2002 y 2017.

Esa cantidad representa 2,8 millones de metros cuadrados. También realizaron 15.515 cocheras y 1.705 locales comerciales, según manifestó Leandro Rinaldi, presidente de la AEV Santa Fe.

Las empresas nucleadas en esa agrupación proyectan, además, construir 12.944 en los próximos tres años (período 2018 a 2020).

Ambas cifras indican que el ritmo de trabajo se duplicará. El promedio de los últimos 15 años fue de 2.194 unidades por año, mientras que la proyección de lo que viene es de 4.314 cada 12 meses.

Dos universos paralelos

El relevamiento publicado en la revista de la AEV tiene un primer impacto positivo innegable: el impulso a la actividad económica y los puestos de trabajo. Sin embargo, como en el mercado inmobiliario la tradicional regla de que a más oferta menor precio no corre, para las agrupaciones que defienden a los inquilinos existe una preocupación creciente por la “burbuja” latente en el sector.

A la existencia de 60 mil viviendas ociosas en Rosario, según datos de la Concejalía popular, se suma que el 87 por ciento de los inquilinos que respondió la última encuesta nacional dijo estar preocupado por el precio. Ese temor está justificado en la ciudad: los alquileres crecieron un 31 por ciento el último año. Acumulan entre un 70 y un 76 por ciento más desde diciembre de 2017 al mismo mes de 2015.

Fuente: Concejalía popular

“Al margen de que se siga generando oferta en materia habitacional, la especulación sigue primando y muchas veces lo que se busca es preservar una ganancia generada en otra actividad con ladrillos. Esto provoca que, si el Estado no interviene, es el mercado el que establece el valor de la vivienda”, analizó D'Orazio, del Consejo Asesor de Vivienda y de la Concejalía Popular de Rosario.

“Hay una necesidad cada vez más importante en un sector de la sociedad, fundamentalmente de la clase media trabajadora, que busca una vivienda para vivir y se le hace cada vez más difícil por la brecha que existe entre el salario y el valor del metro cuadrado. Se eleva el precio a pesar de que la oferta crece y esto implica una burbuja que ya vimos en España como terminó explotando y cuáles son las consecuencias”, añadió el además integrante de la Federación de Inquilinos Nacional.

Para D'Orazio, “se buscan maximizar ganancias y no se mide el interés social detrás de la vivienda, que es una mirada que debería poner el Estado pero que está ausente” y por eso se genera una distorsión. “Se construye cada vez más, hay más viviendas desocupadas y a la vez el precio sigue subiendo por encima de cualquier índice inflacionario y de las paritarias”, enumeró.

Casa propia, sueño lejano para la mayoría

En la última encuesta nacional, más del 70 por ciento de los inquilinos manifestó que no tiene expectativas de poder acceder a la vivienda propia, y este porcentaje se eleva a más del 80 por ciento entre los que hace más de 10 años que alquilan.

Fuente: Federación de Inquilinos Nacional

Además del precio del alquiler, que de por si limita el ahorro porque los trabajadores destinan más del 40 por ciento en promedio, D'Orazio observó: “El sueño de la vivienda propia es cada vez más lejano. Eso se acentúa porque las soluciones habitacionales que se dieron con el Procear nuevo o los créditos Uva son muy limitados y eso no ha cambiado el humor del inquilino a su visión de pasar a ser propietario”.

Además, según los últimos datos del Indec que publicó este viernes La Nación, en Argentina viven en la actualidad 44,5 millones personas que conforman 13,3 millones de hogares. Una de cada tres de esas familias tiene problemas de vivienda: alrededor de cuatro millones. Cada año, decrece el porcentaje total de propietarios mientras que aumentan los inquilinos y las personas sin techo digno (se suman 35 mil hogares al año). 

Sin tierra, un techo a la expansión

El crecimiento de la construcción encierra un límite que preocupa al sector y que se reflejó en la revista de la AEV: se acaban los terrenos en la zona. Así lo definió un análisis de la consultora nacional Serinco sobre la tierra disponible en Rosario.

El estudio destaca la escasez de espacios en la ciudad para construcciones estándar, es decir casas para la clase media, y en general sólo existen desarrollos inmobiliarias a escala (edificios). Por eso los precios subieron de tal manera que la búsqueda de terrenos se fragmentó y existen tres "cordones de valor". 

El primero es Rosario, el segundo son las localidades vecinas como Ibarlucea, Ricardone, Soldini, Funes, Granadero Baigorria, Pérez y Arroyo Seco. El segundo anillo de valor, y tercer sector en esa segmentación, son Puerto General San Martín, San Lorenzo, Fray Luis Beltrán, Roldán, Alvear, Pueblo Esther y General Lagos, donde los valores bajan de forma considerable.