Se observan las tribunas del Julio Humberto Grondona muy limpias, coquetas, pintaditas, prolijas como para recibir al clásico rosarino. Pero el detalle es que este jueves permanecerán de la misma manera, sin papelitos que arrojarían los hinchas canallas y leprosos, sin los vendedores de gaseosas, en fin, sin gente, nadie, sin público. Una pena.

El campo de juego se ve impecable, bien verde, todavía sin marcar, les faltan las líneas de cal, darle el último corte y sobre todo el último riego porque se nota que le falta un poco de agua. Pero esta bien para que ruede la pelota, para que se pueda jugar sin excusas ya que no solo se lo ve parejo sino también las medidas son óptimas ya que reglamentariamente son muy parecidas a la del Coloso y del Gigante. Los terrenos de los equipos rosarinos tienen 105 x 70 y la de Sarandí 103 x 70 dos metros menos que no hacen a la cuestión.

Arsenal transitó por el camino de la máxima categoría hasta el torneo anterior y fue mucho tiempo protagonista de los torneos locales como de sudamericanos, hoy milita en la B Nacional, tiene un excelente presente de los últimos cinco partidos empató uno y ganó cuatro todos bajo las ordenes de Sergio Rondina el DT.

Ahora este estadio que tiene capacidad para 18.000 personas será la sede del encuentro mas importante del año para los rosarinos, para los leprosos y canallas y solo recibirá a 140 personas las que permitió el titular de Aprevide, Juan Manuel Lugones, que concurran, 70 de cada delegación entre dirigentes, cuerpo técnico, utileros y médicos.