Detrás del asesinato de un joven de 21 años ocurrido este jueves en La República al 8600, en Fisherton, hay dos historias de adicciones: la de la víctima y la del presunto homicida. "Eran amigos para esto, para comprar pastillas, para la droga. Tratamos de contenerlo, pedimos ayuda. Mi pieza la cierro con llave hasta cuando voy a bañarme", expresó el padre del supuesto autor del homicidio.

Alejandro, papá de Leonardo T., de 23 años, brindó un testimonio largo y crudo al hablar ante la prensa en la mañana de este viernes. "Fue la droga. Tratamos de contenerlo, pedimos ayuda, todo lo que hacen los padres que tienen hijos adictos. Pero no se puede. Siguen haciendo lo que quieren. A veces uno tiene miedo. Mi pieza la cierro con llave hasta cuando voy de cuerpo o a bañarme", contó el hombre al referirse a los reiterados robos de dinero de su hijo para comprar estupefacientes.

"Eran amigos para esto, para la compra de pastillas, de droga. Yo tengo una discapacidad, tengo que rehabilitarme de lunes a viernes. Él queda solo. Los padres no podemos hacer nada contra la droga, siguen haciendo lo que quieren", enfatizó.

Con respecto al homicidio, Alejandro dijo que notó "extraño" a su hijo entre el miércoles y el jueves. "Cuando vi un patrullero y a un policía yo mismo les pedí que pasen. Al policía le pedí que vaya adelante mio, porque por instinto sabía que algo había pasado. Lo llevé a la pieza de él", señaló.

Después del crimen, allegados a la víctima se dirigieron a la casa del agresor, por lo que se vivieron momentos de tensión este jueves por la noche. "El papá (de Fidel Rosales, el muerto) me vino a pedir perdón esta mañana. Me dijo que a él (su hijo) le robaba plata, que lo tiraba de la silla de ruedas", agregó.

Por su parte, Silvia, madre de Fidel Rosales, manifestó que su hijo era "muy amigo, desde chico" con el Leonardo T. y que jamás imaginó lo que podía ocurrir. "No entiendo cómo pudo haber pasado esto. Sé que este chico (el agresor) estaba mal con las pastillas que tomaba, estaba re drogado", concluyó.

Fidel Ernesto Rosales fue visto por última vez por su familia en el mediodía del miércoles. Después de que la mamá radicara una denuncia en la comisaría por la desaparición se comenzó a buscarlo en el barrio. El cuerpo fue encontrado este jueves por la tarde noche en la casa de Leonardo Ariel T., un conocido. Estaba debajo de una cama, maniatado, tapado con una sábana y con una herida punzo cortante en la nuca.