La guerra de bandas que recrudeció este enero en Rosario, y que tuvo un nuevo capítulo con el asesinato de Marcela Díaz, la hermana de Ariel Tubi Segovia, se alimentó este lunes con rumores de nuevas amenazas y el temor de que puedan producirse nuevos hechos violentos durante el velatorio.

El propio fiscal que entiende en el caso, Ademar Bianchini, admitió que circularon rumores de que podría haber un ataque y que por eso se decidió tomar medidas de seguridad especiales.

Además, dijo que efectivamente se investiga la hipótesis de que el crimen de la mujer de 36 años fue una venganza.

El fiscal dijo que se le tomó declaración a Nahuel G., el joven que manejaba la moto en la que iba a Díaz y que está herido en el Heca, luego del ataque a disparos desde un Volkswagen Suran. Pero que no se está buscando a nadie en particular. Según trascendió, en el auto viajaba Alan Funes, prófugo de la Justicia con captura internacional y líder de un clan qie disputa territorio en la zona sur, para le venta de drogas, con la familia Camino.

Además, el fiscal explicó que se pidió custodia policial en el Heca para proteger a Nahuel G.