Con la llegada de la ola polar, es necesario extremar las medidas de precaución para cuidar la salud. Si bien toda la población se encuentra expuesta a sufrir enfermedades respiratorias provocadas por gran variedad de virus y algunas bacterias, existen grupos de riesgo a los que hay que proteger especialmente: niños, fundamentalmente hasta los 2 años, y de ellos los menores de 6 meses; adultos mayores de 65 años, y personas que padezcan diabetes, enfermedades cardíacas, broncopulmonares o estén en tratamiento con drogas que disminuyan las defensas.

En este sentido, desde la Secretaría de Salud Pública emitieron una serie de recomendaciones y medidas a tener en cuenta, entre las que se destacan utilizar abrigo adecuado y cómodo; permanecer en lugares cálidos, no excesivamente calefaccionados y bien ventilados; tener una alimentación balanceada y una buena hidratación. Además, es fundamental el lavado frecuente de manos, evitar asistir enfermos al trabajo, escuela o lugares concurridos, y concurrir al médico en caso de enfermedad.

Señalaron además que es fundamental fomentar la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los 2 años, controlar la vacunación de la madre durante el embarazo y el puerperio, y tener al día el esquema de vacunación de niñas y niños, asi como extremar los cuidados en bebés de bajo peso al nacer o prematuros, o con problemas cardíacos. 

En cuanto a la demanda en los hospitales por enfermedades respiratorias, las autoridades de Salud Pública indicaron que, si bien se percibe un incremento paulatino de la demanda, la situación está controlada y se está dando respuesta a todas las consultas.

Intoxicaciones por monóxido de carbono

Para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono se recomienda controlar el buen funcionamiento de los artefactos para calefaccionar y ventilar adecuadamente los ambientes, ya que el gas emanado por una mala combustión puede provocar accidentes domésticos.

El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que no tiene color, olor ni sabor y es casi imposible detectarlo por los sentidos. El mismo ocasiona daños en el sistema nervioso central, provocando asfixia y consecuencias irreversibles, incluso la muerte en caso de concentraciones muy altas. Los síntomas de una intoxicación aguda son: confusión, mareos, dolores de cabeza, zumbido de oídos, nauseas, vómitos, palpitaciones, parálisis y convulsiones, entre otros.

Este gas es provocado por la combustión incompleta de gas natural, el gas licuado, el kerosene, el carbón, la leña, la nafta -motores de combustión-, madera, papel y aceite, entre otros.

Recomendaciones

- No dejar braseros ni artefactos encendidos de noche.

- En los ambientes donde funcione un artefacto para calefaccionar, asegurar una buena ventilación debido a que la llama consume oxígeno. 

- Controlar que la llama de los mecheros sea de color azul. Si el color de la misma es amarillo se está produciendo monóxido de carbono. Ante esta situación, apagar el artefacto inmediatamente y hacer revisar el quemador por un gasista matriculado.

- Las reparaciones en los artefactos deben ser realizadas por un gasista matriculado.

- No instalar calefones catalíticos en dormitorios.

- Controlar que el conducto de evacuación al exterior de gases no esté obstruido, abollado o desconectado.

Gripe y vacunación

Se encuentra disponible en hospitales y centros de salud la vacuna antigripal destinada a adultos y niños.

La vacuna se aplica en forma totalmente gratuita a los grupos de riesgo, en hospitales y centros de salud y tiene por objetivo disminuir las complicaciones, internaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus de influenza en la población de riesgo. La población debe saber que por una cuestión de stock ante la gran demanda puede, circunstancialmente, faltar dosis, las que son repuestas semanalmente.

Síntomas y recomendaciones

La gripe se manifiesta a través de un cuadro de fiebre alta, tos y dolores musculares que pueden ser leves o moderados. En la mayoría de los casos, los pacientes no tienen dificultades graves. Sin embargo, el riesgo de desarrollar complicaciones (la más frecuente es neumonía) aumenta entre los grupos de riesgo.

El virus se transmite de una persona a otra, fundamentalmente por gotitas provenientes de la vía respiratoria de una persona enferma, a través de la tos, estornudos o simplemente cuando habla.

Para evitar contagiarse de gripe, el Ministerio de Salud y la Secretaría de Salud Pública aconsejan:

- Lavarse las manos de manera frecuente, taparse la boca al estornudar y al toser.

- Ventilar la casa todos los días.

- Evitar la contaminación de los ambientes (humo de cigarrillo, braseros o fogones).

- Cuidar a los niños del frío y evitar, en lo posible, el contacto con personas enfermas.

- En los niños, verificar que las vacunas estén al día y realizar los controles médicos periódicamente

- Priorizar la lactancia materna.