El informe pericial que hizo Gendarmería sobre la causa de la muerte de Alberto Nisman fue entregado el viernes al fiscal Eduardo Taiano. Entre los puntos destacados brindados a la Justicia, indicaron que en el cadáver se halló ketamina "en estado puro, no metabolizada", focalizaron sobre manchas de sangre en sus manos, y agregaron que sufrió golpes que no habían sido considerados. Además, estableció un horario de fallecimiento ubicado entre 24 y 36 horas antes de la autopsia.

Según consignan los diarios La Nación y Clarín, en el cuerpo de Nisman se halló ketamina "en estado puro y no metabolizada", por lo que "la habría ingerido o se la habrían aplicado momentos antes de la muerte". 

El estudio interdisciplinario, siempre según las conclusiones a las que La Nación señala haber accedido, marca que hay manchas de sangre en la mano izquierda del fiscal que no se continúan en la derecha, y que eso debería haber pasado en la mecánica suicida que se consideró en el caso. 

Entre las manchas de sangre halladas en el cuerpo de Nisman, según publicó Clarín basándose en fuentes judiciales, había manchas que "eran de contacto, por personas que lo sujetaron". 

Ambos matutinos porteños también destacaron golpes en el cuerpo que nunca habían sido considerados antes, según la mismas fuentes, y que se tratan de "fractura del tabique nasal", "hematoma interno en el hígado" y "golpes en las piernas".

Otros puntos destacados son que el nuevo informe pericial estableció un horario de muerte ubicado entre 24 y 36 horas antes de la autopsia al cadáver, resumió La Nación. 

Según esta nueva "ventana de la muerte", tal como denominan los peritos especialistas al nuevo rango horario para el deceso, esto podría ubicar -a futuro- al experto informático Diego Lagomarsino en la escena del crimen, cuando cerca de las 20 horas, y según sus propios dichos en la causa, había visitado a Nisman para entregarle "el arma Bersa" de la que salió el disparo que lo mató, tal como consta en la causa y que los matutinas reflejan hoy.

Por otra parte, Sandra Arroyo Salgado, jueza Federal de San Isidro y ex esposa del fiscal Alberto Nisman además de querellante en la causa de su muerte, decidió no hacer declaraciones "por el momento" respecto del informe pericial "para no ser imprudentes y poco serios, y por respeto al trabajo que viene realizando con gran esfuerzo mucha gente".