El avance de la inflación ante los no proporcionales ajustes salariales generan no sólo una baja en el consumo sino también modificaciones en el comportamiento de los consumidores a la hora de comprar. Al menos eso se evidencia en los supermercados locales en lo que va del año.

Desde la Cámara de Supermercadistas, el vocero Juan Manuel López Raido advirtió en diálogo con El Tres que “en este primer trimestre, el nivel de compra es menor” al de meses anteriores.

“Se ve una caída de ventas por unidad, sostenida por un cambio de hábito en el consumidor. El impacto (de los aumentos) en el día a día lo traslada a las compras en el supermercado”, analizó en el noticiero De 12 a 14.

Detalló que diferentes incrementos que se vienen registrando en tarifas de servicios o de los combustibles son los que llevan a la gente a un recorte al momento de abastecerse de mercadería en el súper.

Señaló que el consumidor es, actualmente, “más racional y exigente” aunque igual esa postura va muchas veces en desmedro de la calidad. “El cliente no sólo muta de las primeras marcas a las segundas, también llamadas marcas blancas, sino que el nivel de ticket es mucho menor”.

En ese sentido, agregó que el comprador “tal vez va varias veces al súper” pero gasta menos en cada compra, y que además se inclina cada vez más a pagar con tarjeta de crédito, sobre todo en las fechas de apertura del mes, donde se le rehabilita el saldo para tomar deuda a través de ese medio.

Inflación sin freno

Mientras las negociaciones salariales en paritarias siguen partiendo de la base de un 15 por ciento de aumento, el Indec informó el miércoles que Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en febrero 2,4% a nivel nacional. La inflación se vio impulsada por aumentos de las tarifas de servicios públicos y los alimentos.

El acumulado de 2018 ya está en 4,2%. Esa cifra, en una proyección anual, supera el 25%. Mucho más que las previsiones oficiales del gobierno.

El informe completo del IPC del Indec