Tras la masiva marcha federal universitaria en defensa de la educación pública y contra el ajuste presupuestario del gobierno nacional, la vicepresidenta Victoria Villarruel utilizó sus redes sociales oficiales para compartir un descargo. "La educación pública es un derecho, pero auditar y garantizar transparencia una obligación", remarcó.

Villarruel elogió a la facultad a la que acudió, sin embargo, apuntó contra "la presencia militante en los pasillos del establecimiento".

"Ayer al ver la marcha multitudinaria, pensé en que está muy bien luchar por la universidad pero de calidad, libre, y para todos, donde pienses y no te bochen por decir lo que pensás, donde puedas estudiar y no tengas que ver carteles del infame Che Guevara, Marx o las señoras de los pañuelos blancos que se enriquecieron los bolsillos con una tragedia", señaló.

Sobre la misma línea, la libertaria continuó: "Estudié Derecho en la UBA y Seguridad en la UTN. El esfuerzo de millones de argentinos anónimos logró que miles como yo pudiéramos recibirnos en la Universidad Pública".

La titular del Senado cargó además contra los que "hablaron en inclusivo deformando el idioma, metieron el veneno de sus ideologías y justifican que los argentinos que no comen le paguen la universidad a extranjeros sin ningún apego a la Argentina que los cobija”. 

"Ayer pensé en los miles de chicos que durante el gobierno de los K dejaron la escuela, no aprendieron nada, no saben sumar, escribir o restar y van a padecer la demagogia de un slogan que solo sirve para que cadáveres políticos como CFK, Massa, Tati Almeyda o Pérez Esquivel tengan 5 minutos más de fama a costa de los demás, como siempre fue", sentenció. 

Villarruel clamó además por una Universidad Pública que "sea orgullo, no un tongo de estudiantes y adultos de izquierda", y reclamó "una UBA donde puedas hablar y pensar como quieras sin que te impongan la policía del pensamiento". 

Por último, cerró su mensaje, con la postulación de avanzar en las auditorias a las universidades públicas para que "el dinero de todos los argentinos no sea malgastado para bancar los kioscos y la sed de sangre fresca de los parásitos de siempre".

"La educación pública es un derecho, pero auditar y garantizar transparencia una obligación", concluyó.