Con la difusión del último informe epidemiológico de la provincia donde se confirmaron más de 37 mil casos de dengue y cinco nuevos fallecidos, la ministra de Salud santafesina, Silvia Ciancio, dijo en un mano a mano con Rosario3 que sólo se sabrá en un par de semanas si hemos alcanzado o no el pico del brote. El crecimiento de casos se debe a “factores climáticos” como “las lluvias abundantes” del último verano después de la sequía, según apuntó. También que “falta conciencia social en tareas preventivas como el descacharrado” y que la gente quiere dejar en manos de la vacuna, como ocurrió con el covid, la tarea preventiva. Para ello hay que entender que la enfermedad “vino para quedarse”, agregó.

La funcionaria adelantó que si Nación no define una política en materia de vacunación, “lo hará la Provincia”. Marcó abiertamente diferencias con su par nacional, Mario Russo, quien criticó la eficacia y la seguridad de la vacuna. En ese sentido apeló a la “vigilancia epidemiológica” para determinar criterios de vacunación: el mayor porcentaje de casos se da “en personas de 20 a 40 años” y “en el departamento Rosario”.

Ciancio aseguró que Santa Fe “está en condiciones” de ponerse al frente del manejo del dengue y que si bien “no se llega tarde” podría “haber sido mejor”. Además garantizó el aumento de la producción de repelentes por parte del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de la provincia y la distribución diaria en los centros de salud municipales donde hubo faltantes la semana pasada.

-¿Cuál es el diagnóstico que hace sobre la situación del dengue hoy en la provincia?

-Estamos en un brote. No podemos decir aún que estamos en el pico del brote, solo eso se sabrá unas semanas después. Es una situación compleja pero que está siendo abordada integralmente. Arrancamos la gestión sabiendo que esto podría ocurrir y hay varias líneas de trabajo en marcha: la difusión masiva de lo preventivo que se repite todos los años a través de flyers, las redes sociales y los medios tradicionales de comunicación; el trabajo mancomunado con los gobiernos locales en fumigación y zoonosis; el refuerzo del sistema de salud porque se sobrecargan las guardias en general, capacitación al personal, y atención mediante metodología de Triage categorizando pacientes y con respuestas oportunas y rápidas; y vigilancia epidemiológica con datos certeros sobre casos, mapas y curva de enfermedad.

-¿Por qué hay tantos casos?

-Hay una cuestión de cambio climático para que proliferen mosquitos vectores más que en otras épocas estacionales, con una temporada estival con más lluvias que hizo crecer reservorios, y encima venimos de una sequía muy importante. Éstas son variables que potencian un fenómeno como éste. Y además nos cuesta como comunidad tomar precauciones en lo domiciliario a la hora de la destrucción de reservorios de mosquitos transmisores. No vemos que la gente se involucre directamente en una tarea preventiva como el descacharrado, y entonces busca una salida como la vacuna sin tener demasiada información sobre la utilidad de la misma cuando ya está el brote.

En Rosario se hizo una encuesta sobre los síntomas del dengue y fue muy favorable, pero resulta que cuando preguntaron sobre cómo eliminar al vector nadie lo pudo decir. Hay mucha información que no se la toma, no hay conciencia social, fundamentalmente sobre que esta enfermedad nos va a atravesar todo el año. Eso la política de Salud, tanto provincial como nacional, deben tenerlo en cuenta.

-La situación sería diferente si hubiera mayor disponibilidad y acceso a repelentes...

-Eso forma parte del abordaje integral a partir de la fabricación de repelentes a través del LIF. Pero nos encontramos con expedientes muy lentecidos, diciembre y enero tuvimos alta demanda del principio activo y fallas para tener una producción óptima. Con una planificación para el momento pico del brote hace que estemos mejor preparados y con más herramientas para brindar a la comunidad.

-¿Con qué otros problemas se encontraron a la hora de planificar un mejor escenario?

-Hubo problemas en las compras del principio activo ya que en el inicio de la gestión hubo faltantes de envases y etiquetas y eso nos demoró un poco. Hay que tener en cuenta que hoy para comprar el principio activo hay que pagar por adelantado.

Más allá de esto, hemos aumentado la cantidad de horas para producir, pasamos de ocho a 11 horas de trabajo. Estamos produciendo 2.700 frascos por día, con una proyección de 110 mil frascos para fines de abril y principios de mayo. Estamos convencidos que las empresas del Estado pueden ser eficientes y garantizar el cumplimiento de políticas activas en nuestra provincia.

-¿No se llega tarde?

-No. Se podría haber llegado mejor, pero no llegamos tarde. Los equipos de salud están respondiendo. Seguramente vamos a llegar mejor el año que viene con más planificación y haciendo entender que esta enfermedad virósica vino para quedarse.

-¿En cuánto puede ayudar una campaña de vacunación?

-Hay que trabajar para llevar adelante una vacunación responsable, focalizada, segmentada. Estamos esperando una recomendación de la Comisión Nacional de Inmunización (Conain), no como una respuesta mágica ya que el dengue no va a desaparecer. Quizás tenemos una mirada que nos viene desde el covid en cuanto a la vacuna y no es así. Si no logramos otras cuestiones además de la vacuna no podremos salir adelante.

-El gobierno provincial anunció que si fuera necesario saldrá a comprar vacunas, ¿cómo? y ¿desde cuándo?

-Junto al gobernador (Maximiliano Pullaro) definimos seguir bregando para que la estrategia de la inmunización sea tomada por Nación, nos pusimos a disposición en el Consejo Federal de Salud (Cofesa) y acordamos una próxima reunión para este mes. Vamos buscar consenso con el resto de las provincias.

Si no se logran esas definiciones, nosotros vamos a tener nuestra propia planificación para saber a quién y dónde vamos a vacunar. También hay que entender que hay un sólo laboratorio proveedor de la vacuna, tenemos que ser claros y responsables, y vacunar siguiendo un criterio equitativo para con las personas que más la necesiten. Si Nación no planifica, el gobierno de Santa Fe tomará la decisión para llevarlo adelante.

-¿A qué sectores de la población y en qué zonas debería vacunarse?

-Se debe planificar una campaña focalizada en la mayor cantidad de casos y segmentada según el grupo etáreo. Hay algún acercamiento en ese sentido. Ya sabemos que el grupo de 20 a 40 años es el más afectado y en nuestra provincia Rosario es el departamento con mayor porcentaje de casos. Estamos también expectantes de la campaña de vacunación masiva muy importante en Brasil y esperando la definición de la Conain.

-¿No deberían haber sido más contundentes con el reclamo a Nación en torno a la vacunación ya que el mismo ministro de Salud dijo que la vacuna no era tan efectiva?

-No fue lo que se habló en el Cofesa. En lo personal vi a un funcionario (por el ministro Russo) sin muchas definiciones pero abierto al diálogo y en ningún momento puso en duda la eficacia y la seguridad de la vacuna. Todo lo contrario. Incluso se armó un documento, que evidentemente no es el mismo que luego trascendió, donde fijamos que necesitamos más elementos para planificar este año y que nos poníamos en contacto a la brevedad. La vacuna es eficaz y segura, no hay dudas de ello.

-¿Cómo evalúa la decisión que tomó Nación al dejar en manos de las provincias el tratamiento del dengue?

-Nosotros estamos en condiciones de hacerlo. Si hubiéramos podido planificar dos meses para atrás, las cosas hubieran sido diferentes. Pero estamos en plena tarea. Hoy llegamos a la mayoría de los gobiernos locales. Tratamos de asegurar medicamentos como Paracetamol, insumos para hidrataciones y fundamentalmente se trabaja cada proceso de atención. En tres meses de gestión hemos trabajado con cada uno de los hospitales en la organización y reordenamiento, y lo estamos llevando bien.

-¿No se habló durante la transición en el ministerio de Salud provincial sobre la situación del dengue?

-La transición se llevó adelante en el marco de mucho respeto, quizás no fue en el tiempo esperado. Focalizamos en tareas administrativas y financieras, no se habló de este tema. Pero la hora de la verdad surge durante la gestión. Al inicio empezamos a trabajar con vigilancia epidemiológica, en los equipos de salud, en el LIF porque sabíamos que no nos podían faltar repelentes y Paracetamol, por supuesto con las dificultades económicas y financieras que atravesamos. Cada cosa que se compra hoy no se paga lo mismo que en diciembre. Estamos a la altura de la circunstancias, trabajamos mucho.

-Esta semana faltaron repelentes en los centros de salud municipales de Rosario, ¿por qué?

-Estamos en permanente trabajo con la secretaria de Salud de la ciudad, entendemos que la red municipal es indispensable. El 55 por ciento de los casos se dieron en Rosario. Puede haber faltantes, pero estamos en constante comunicación para ir día a día distribuyendo a medida que tenemos producción. Hay que recordar que la distribución no es para todo el mundo, está protocolizada, como cualquier medicamento, y están destinados a pacientes con fiebre alta, casos sospechosos, personas con mayor sensibilidad y complicación, mujeres embarazadas.

-¿Qué otras acciones se llevan adelante con los municipios?

-Es una obligación trabajar con los gobiernos locales en materia de saneamiento ambiental sabiendo cuál es el reservorio del mosquito. Asesorándolos, porque a veces la demanda de la comunidad no repercute en medidas eficientes. Muchas veces se piden fumigaciones masivas porque confundimos al mosquito común con el transmisor del dengue.

Si a los gobiernos locales no le agregamos nuestra conciencia social de la comunidad y no volvemos al bendito descacharrado, los resultados no van a ser buenos. No hay política preventiva sin gobiernos locales trabajando todo el año, no sólo en épocas estivales. Hay que eliminar reservorios en invierno para no tener problemas en verano.

-¿Se trabaja con otros ministerios también?

-Hay vinculación interministerial con Medio Ambiente, Educación y Desarrollo Social. No es solo una cuestión de Salud. En ese sentido en todas las reuniones de Gabinete que se hicieron en distintos lugares de la provincia no hubo ninguna donde el gobernador me pidiera que le explique al resto de los ministros sobre la situación sanitaria.