Una olla popular llena de dolor y miedo. Familiares, amigos y vecinos de Máximo Jérez, el niño qom que fue asesinado el 5 de marzo pasado en el barrio Los Pumitas y cuyo crimen despertó una pueblada en el lugar, volvieron a congregarse para reclamar Justicia, denunciar intimidaciones y exigir una mayor presencia estatal en la zona. “No queremos más chicos muertos”, sostuvo Antonia, tía de la víctima, quien alzó su voz desde el primer momento para impedir que el homicidio del niño quede en el olvido.

Este miércoles, a dos años de aquel mediodía infernal en que habitantes del barrio derribaron a palazos los kioscos de drogas cuyo funcionamiento estaba involucrado al crimen de Maxi, se llevó adelante un encuentro de familiares y vecinos alrededor de una olla de la que comen todos. Allí, en medio del almuerzo al aire libre que comparten cada día, se reunieron para recordar lo que pasó.

En declaraciones a De 12 a 14 (El Tres), la tía de Maxi, manifestó: “Este es el recordatorio de la tragedia que tuvimos. Maxi fue un nene inocente y alegre. Hay un montón de cosas que tendríamos que estar viviendo con él y no podemos, pero seguimos luchando con nuestro dolor”, comenzó y continuó: “Basta de meterse con chicos que no pueden defenderse. Hace poco mataron a Benjamín –otro niño del barrio– por una bala perdida, no queremos chicos muertos, queremos vivir tranquilos”, remarcó.

Por el homicidio del niño, la Justicia imputó a 7 personas que están detenidas a la espera de juicio. La Fiscalía le atribuye a Nicolás T., junto Maximiliano Oscar C. y Nicolás Ariel C. el hecho ocurrido en Cabal y pasaje San José de Rosario, el pasado 5 de marzo a las 1.30, donde llegaron en un automóvil Honda Civic (conducido por Maximiliano Oscar C.) y dispararon “en forma directa contra la humanidad de las personas que se encontraban en los frentes de los domicilios”.

Dicha balacera, que tenía como blanco un búnker de droga adjudicado a la banda de "Los salteños", ocasionó la muerte en forma inmediata de Máximo y causó heridas de bala de diferente consideración en otros tres citados menores.

En el caso también se imputó a Gustavo Nicolás B., Esteban Ezequiel M. y Alejandra Fabiana R. por haber ocultado, “a sabiendas de su procedencia ilícita”, el automóvil utilizado por los autores en un domicilio de calle Campodónico al 3200.

“Tendrían que tener perpetua, no penas cortas”, observó Antonia sobre los aprehendidos y recordó que además de la muerte de su sobrino, hirieron gravemente a otro chico llamado Salomón – dejándole una secuela en la mandíbula– a Alexis y a Naiara. “Máximo se nos fue”, deslizó. Luego, aseguró que en el barrio continúan las amenazas e intimidaciones. “Tienen más poder que nosotros”, indicó y precisó que familiares de los señalados por el crimen persisten en sembrar miedo.

Además, la mujer advirtió que la presencia de las fuerzas de seguridad se debilitan los fines de semana: “Los sábados, a veces, no hay nadie”, aseguró.

Por último, remarcó: “No vamos a retroceder ni a torcer las manos, acá están todas las organizaciones, los compañeros de barrio que están esperando la comida como hacía Maxi, que también cartoneaba. Era un pibe que no hacía nada, que no podía defenderse”.