En el mes de abril, Jorge Martínez, director técnico del plantel femenino de Boca, fue condenado a un año de prisión por abuso sexual simple. De aquel proceso judicial que inició la ex jefa de prensa del fútbol femenino, Florencia Marcó, se abrieron dos causas paralelas que derivaron en la imputación por encubrimiento de tres referentes históricos del club: Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado.

El fiscal Marcelo Martínez Burgo, tras tomar las audiencias testimoniales, decidió imputar y pedir las declaraciones indagatorias de los tres integrantes de la mesa chica del club, acusándolos del delito de encubrimiento del abuso sexual que tiene pena de hasta tres años de prisión.

También está imputada y llamada a indagatoria quien era la vicepresidenta tercera del club hasta diciembre pasado, Adriana Bravo, en su calidad de titular del departamento de diversidad e igualdad de Boca.

Quien debe decidir ahora la suerte de los cuatro es el magistrado Alfredo Godoy, del juzgado de instrucción número 24.

En el mismo fallo que condenó a Martínez, el fiscal Martínez Burgo logró que se abran dos expedientes paralelos: uno por falso testimonio contra Bermúdez y Delgado, quienes declararon que Marcó no les había dicho nada sobre un abuso sexual previamente a conocerse la denuncia penal, y otro por encubrimiento.

En la primera, por falso testimonio, declararon este miércoles Cristian Riquelme, hermano de Román, y Raúl Cascini. Ambos negaron conocer el abuso previamente y dijeron que tampoco estaban informados de eso Bermúdez y Delgado.

El fiscal, tras tomar 22 declaraciones testimoniales que incluyeron a jugadoras de aquel plantel de Boca y a empleados de la institución, decidió acusar a Bermúdez, Delgado, Cascini y Bravo de haber cometido el delito de encubrimiento, que tiene pena de hasta tres años de prisión.