Hace 73 años y con la ley 13.010, las mujeres adquirieron el derecho al voto. Contó algunos años después (en las elecciones de 1951) con la participación del 90% del padrón electoral. O sea, casi todas las mujeres que debían votar, quisieron hacerlo y utilizaron así este flamante derecho.

En ese momento comenzó una carrera brutal para poder no sólo votar sino además formar parte de las decisiones políticas de nuestro país.

¿Qué decía la ley? En su primer artículo, la norma señaló que "las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos".

El artículo 2º estableció que "las mujeres extranjeras residentes en el país tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o les imponen las leyes a los varones extranjeros, en caso que éstos tuvieren tales derechos políticos".

El tercer artículo: "Para la mujer regirá la misma ley electoral que para el hombre, debiéndosele dar su libreta cívica correspondiente como documento de identidad indispensable para todos los actos civiles y electorales".

El cuarto artículo de la ley señalaba, además, que "el Poder Ejecutivo, dentro de los dieciocho meses de promulgada la presente ley, procederá a empadronar, confeccionar e imprimir el padrón electoral femenino de la Nación, en la misma forma que se ha hecho el padrón de varones. El Poder Ejecutivo podrá ampliar este plazo en seis meses". 

El quinto artículo de la norma establecía que "la mujer que no cumpla con la obligación de enrolarse en los plazos establecidos estará sujeta a una multa de cincuenta pesos moneda nacional o la pena de quince días de arresto en su domicilio, sin perjuicio de su inscripción en el respectivo registro".

Por último, "el gasto que ocasione el cumplimiento de la presente ley se hará de rentas generales, con imputación a la misma".