Arabia Saudita recortó a la mitad su producción de crudo y gas tras ataques con drones contra sus instalaciones petroleras. A partir de ese hecho, vuelve a cobrar importancia lo que Estados Unidos considera su mayor tesoro escondido: millones y millones de barriles de petróleo que están bajo tierra, en un lugar de las costas de Texas y Louisiana, a casi un kilómetro bajo la superficie.

Según consigna la cadena BBC, el domingo el presidente Donald Trump autorizó, por cuarta vez en la historia, el uso de las reservas para evitar una crisis petrolera tras atentados contra refinerías sauditas.

"Con motivo del ataque a Arabia Saudita, que puede tener un impacto en los precios del petróleo, autoricé la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica, si es necesario, en una cantidad por determinar suficiente para mantener los mercados bien abastecidos", escribió en Twitter.

El famoso “tesoro escondido” de la gran potencia norteamericana se encuentra en unas cavernas de sal a casi un kilómetro bajo la superficie, en las costas de Texas y Louisiana. Se trata de millones y millones de barriles de petróleo. El crudo fue llevado hasta allí y se conserva meticulosamente año tras año.

Es la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos, el mayor depósito de crudo para situaciones de emergencia que existe en el mundo.

Drones contra el petróleo

Saudi Aramco, la empresa petrolera más rentable del mundo, fue blanco de ataques "con drones" el sábado pasado y los especialistas aseguran que ese hecho puede hacer que se disparen los precios del crudo. Esta situación que atañe al país que exporta el 5% del crudo que se consume en todo el planeta, puso en estado de nervios a los mercados y disparó en más del 10% el precio mundial del petróleo.

La incertidumbre generó una caída de más de 165 puntos del índice industrial Dow Jones, ante los temores de que la subida de los precios pudiera mantenerse pese a las promesas de la OPEP y Rusia de aumentar la producción.

De ahí que la decisión de Trump de recurrir en caso de necesidad a los fondos petroleros almacenados en las costas del Golfo de México fue vista no solo como una estrategia para contener un potencial aumento del combustible, sino también para calmar a los mercados.

Sal y crudo

Según explica Piñón, la reserva se almacena en cuatro lugares en el Golfo de México, cada uno ubicado cerca de un importante centro de refinación y procesamiento petroquímico. Están localizados cerca de Freeport y Winnie, en Texas, y en las afuera de Lake Charles y Baton Rouge, en Luisiana.

"Son una especie de cavernas artificiales creadas en domos de sal debajo de la superficie", describió.

La ubicación de la gran reserva. (BBC)

Los inmensos almacenes compuestos cada uno de una red de cavernas fueron situados entre 500 y 1.000 metros bajo el nivel del mar, lo que hace que sea más económico guardar el petróleo en tanques en la superficie y, también, más seguro: la composición química de la sal y la presión evitan que se filtre el petróleo.

Cada caverna tiene una dimensión promedio de 60 metros de diámetro y una capacidad para albergar de 6 millones a 37 millones de barriles cada una.

De acuerdo con datos del Departamento de Energía de Estados Unidos, actualmente estos almacenes cuentan con 645 millones de barriles en su interior, aunque el máximo de su capacidad de almacenamiento es algo mayor: 713.5 millones.

El origen

La BBC describe que el origen de las reservas hay que buscarlo en otra crisis que también tuvo su origen en el Golfo Pérsico. Fue en 1973 y no se trató un atentado lo que casi deja a EE.UU. sin petróleo.

"Lo que ocurrió fue que los países árabes bloquearon la exportación de crudo a Occidente por el apoyo que Estados Unidos y otros le estaba dando a Israel. Esto conllevó a una situación muy delicada, dada la dependencia de Estados Unidos del petróleo", recordó Jorge Piñón, director del Programa de Energía de América Latina y el Caribe en la Universidad de Texas.

En octubre de 1973 Siria y Egipto se habían visto enfrascados en la llamada Guerra del Yom Kipur contra Israel, en la que los judíos recibieron apoyo de Estados Unidos y de otras naciones, como Holanda. Los países árabes, en represalia, decidieron cortar sus exportaciones a Occidente.

La guerra duró solo tres semanas, pero el embargo se prolongó hasta marzo de 1974, lo que provocó que los precios del crudo se cuadruplicaran en todo el mundo: pasaron de alrededor de US$3 a casi US$12 por barril. Fue, según los historiadores, la primera crisis mundial del petróleo.

La vida se volvió caótica en las emergentes ciudades que habían comenzado a nacer tras la II Guerra Mundial: millones de personas necesitaban hacer filas en las gasolineras y buena parte de la infraestructura industrial estadounidense, basada en la premisa de combustible barato, empezó a verse amenazada.

Los impactos se sintieron hasta muchos años después y en 1975, tres días antes de Navidad, el entonces presidente Gerald Ford firmó una ley para crear el primer depósito de emergencia de petróleo crudo de EE.UU. para casos excepcionales.

Nacía así Reserva Estratégica cuya importancia desde ese entonces fue tal que solo el presidente de Estados Unidos tiene la potestad de autorizar el uso de petróleo que allí se conserva.