La justicia condenó a 12 años de prisión al ex árbitro Martín Bustos en una causa en la que se lo acusaba de los delitos de explotación sexual y corrupción de menores en el Club Atlético Independiente. El juicio oral lo llevó adelante el Tribunal Oral Criminal 3 de Lomas de Zamora y duró un mes. La sentencia se comunicó este viernes durante el juicio llevado adelante por la Fiscal Viviana Giorgi.

La pena se suma a los tres años de prisión condicional que ya le habían dictado en el mes de octubre, cuando fue considerado autor del delito de grooming cometido entre mayo y junio de 2019 contra jóvenes futbolistas de Newell's, en Rosario.

Aquella primera decisión fue del magistrado de juicio unipersonal Román Lanzón, en representación del Colegio de Jueces y Juezas de Primera Instancia de Rosario, informaron fuentes judiciales. La fiscal Luciana Vallarella lo había acusado “de haberse hecho pasar por masajista deportivo y ponerse en contacto por WhatsApp con dos menores que jugaban en las inferiores de Newell´s para, utilizando un nombre falso, ofrecerles servicios de masajes a bajo precio con el fin de lesionar la integridad sexual de cada uno”.

Además de la condena de 3 años de prisión condicional, el juez Lanzón le impuso a Bustos reglas de conductas a cumplir en ese período, entre ellas: someterse a tratamiento psicológico, prohibición de cualquier tipo de contacto con menores de edad y prohibición de acercamiento a las víctimas y a instituciones deportivas a la que concurran menores de edad.

Bustos había quedado en libertad luego de su condena por grooming, pero una nueva sentencia en su contra podía revertir ese beneficio. Ahora, esta nueva pena por los delitos cometidos contra jóvenes de Independiente lo hará regresar a prisión. 

El primer caso registrado data de finales de 2017. Bustos empezó a alquilar en Villa Adelina. Ahí fue abusado un juvenil de Independiente, según el expediente.

En febrero de 2018, a través de su página en Facebook, donde se mostraba como árbitro, contactó a otro juvenil que vivía en la pensión de Independiente. Le preguntó la edad y la categoría y el joven de 15 años no le respondió. Días después insistió con otros, a quienes les ponderaba sus habilidades futbolísticas. Uno de ellos reconoció que se dio cuenta de que se trataba de un “tottus”, como los llamaban en la pensión a los “pedófilos”.

En marzo de 2018, Bustos buscó a dos jugadores y los llevó a su departamento. Uno tenía 14 años y era de los de peor condición económica. Recibió 800 pesos y fue abusado. Al otro le cargó la tarjeta SUBE. Este fue el hecho que destapó la causa con 13 víctimas vinculadas a las inferiores de Independiente y 6 imputados. Cuando el chico de 14 años contó quién lo había contactado, mostró el número de celular. Lo tenía agendado como “Martín San Isidro”.

El 24 de marzo fue detenido en el barrio Los Troncos del Talar de Pacheco. Con su detención, los padres tuvieron que dejar el barrio de Haras de Santa María, donde los vecinos estaban escandalizados, y regresaron a Trenque Lauquen.

En septiembre de 2018 logró la libertad de su cliente tras un fallo de la Cámara de Lomas de Zamora que caratuló a la investigación como “promoción a la corrupción de menores”, un delito excarcelable. Ahora, tra el juicio, llegó la condena.