Ocurre con frecuencia cuando se cursa en la secundaria, o incluso cuando se sigue una carrera universitaria, que se fijan varios exámenes de diferentes materias el mismo día o con pocas jornadas de diferencia.

Esto obliga a estudiar al menos más de una asignatura a la vez, lo que vuelve imprescindible el orden, la organización y sobre todo la constancia. El sitio Mentes Liberadas dio una serie de tips para superar con éxito estas duras pruebas.

Prevenir: todos saben que cada cierto período de tiempo de cursado llega el examen. Por eso a medida que se avanza en los temas se aconseja ir leyendo, resumiendo y en lo posible haciendo un primer estudio. Esto facilitará la tarea a la hora de prepararse para rendir.

Estudiar a diario: incluyendo fines de semana y feriados. Cuando pases el momento crítico podrás salir a distraerte. La jornada no puede durar 15 minutos sino varias horas, dependiendo de la disponibilidad y del cansancio.

Fijar prioridades: no habrá tiempo para estudiar todo de todas las materias, por ende hay que establecer qué es lo imprescindible, qué puede dejarse para otro momento, qué conviene repasar en función de lo que se recuerde o no.

Poner límites de tiempo: tomar cada materia como si fuera un módulo con un horario específico. Una vez que se completa el tiempo, hacer un breve descanso y seguir con la otra asignatura. Esto permitirá que una no invada el tiempo de la otra.

En caso de que concluya un módulo y hayan quedado varias cosas pendientes, lo mejor es ver de qué actividades se puede recortar tiempo para dedicarlo al estudio. No es aconsejable quitarle espacio a otra materia porque lo único que se logra es retrasarse en una para estar al día en otra.

Armar un grupo de estudio: en un equipo se pueden hacer consultas, intercambiar apuntes o visiones, testearse mutuamente, y el estudio se hace más ameno. Eso sí, hay que juntarse con quienes realmente quieran aprender y no perder el tiempo.