Según un reciente estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología y realizado por investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido) la lectura compartida entre adulto y niño contribuye a que los más pequeños participen de los textos y se conviertan en grandes lectores a largo plazo. Además, afirma que esta práctica es beneficiosa para el futuro proceso de aprendizaje del menor y que es más efectiva si se siguen ciertos consejos que ellos mismos proponen en el estudio. Las recomendaciones se extrajeron después de analizar cómo la lectura compartida beneficiaba la comprensión de palabras de 2.455 niños.

Estos consejos, centrados en la manera en la que el adulto debe leer e interactuar con el pequeño durante la lectura, también dejan claros aquellos factores que han resultado ser menos importantes tales como la edad del menor. A pesar de la creencia común de que los estudiantes mayores aprenden palabras de manera más sencilla, no parece haber ningún vínculo entre la edad y la comprensión de vocabulario, tal como consignó el portal educaciontrespuntocero.com.

Aunque los investigadores demostraron que la comprensión de palabras no depende de la persona que lee (da igual que sea un docente, un familiar o un amigo), sí que otorgan mucha importancia a la interacción entre el adulto y el menor. Apuestan por la lectura interactiva: señalar ilustraciones e imágenes, hacer preguntas o aclarar el significado del vocabulario más difícil influye, en palabras de un investigador, “de manera significativa en la cantidad de palabras nuevas que los niños pueden aprender después de esta experiencia”. Afirma que “el uso de un estilo dialógico a la hora de leer aumenta el aprendizaje de vocabulario”. En este sentido, desde IPSIA Psicología, exponen que “leer en voz alta ayuda al posterior aprendizaje de la escritura, el habla y la escucha. Es interesante que el adulto repase algunos fonemas que pueden ser dificultosos”.

 

Fuente: educaciontrespuntocero.com