En Central todo puede ocurrir. A un par de días de comenzar la Superliga, de esperar en el Gigante a Banfield el próximo domingo, con el caso Marco Ruben explotó una bomba que será muy difícil que no deje secuelas en lo institucional y deportivo. Los dirigentes no quisieron hablar; aguardarán unos días para ponerse de acuerdo entre ellos y decirles algo coherente a los simpatizantes que realmente no entienden demasiado sobre lo que ocurrió, con el goleador, con el ídolo canalla puertas adentro.

El vicepresidente Luciano Cefaratti expresó escuetamente: "Primero quiero hablar con Marco, tengo una relación de afecto y respeto por él. Yo no voy a hablar hasta tanto no me comunique con él". El resto de los miembros de la comisión mantuvieron cierto hermetismo sobre el tema. Tendrían que salir a explicarle a los hinchas qué fue realmente lo que pasó para que el delantero pida la palabra y sea muy directo en su situación.

Evidentemente algo ocurre en Central, algo pasa con los directivos porque en los últimos años se fueron varios jugadores de la misma manera que lo está haciendo Ruben; es decir, por la puerta de atrás, con inconvenientes, con conflictos.

Nery Domínguez, un jugador que estaba acomodado en la mitad del terreno de juego, que era titular, fue transferido en diciembre del 2015 al Querétaro de México en medio de una confusión generalizada donde la relación no quedó del todo bien.

Otros de los casos que no terminaron de la mejor manera con la dirigencia fueron los de Mauricio Caranta, Javier Pinola, Marcelo Larrondo y Alejandro Donatti.

El arquero cordobés estuvo varios años en la institución, registró mas de 100 partidos en el arco canalla y tenía deseos de quedarse pero no pudo continuar y allegados al profesional mencionaron que las cosas no habían sido "demasiado prolijas" en su salida.

Pinola llegó al combinado del Chacho Coudet casi como un desconocido: militaba en el fútbol alemán y su nombre no estaba en los principales portales del mundo, pero el DT lo tenía registrado de tal manera que en poco tiempo se transformó en una de las figuras claves del equipo y su juego fue observado por River Plate. Su salida fue un escándalo, con pintadas en paredes, con el cambio de domicilio de su familia y con un jugador que quedó muy expuesto ante algunas declaraciones formuladas por los responsables de la institución de Arroyito.

Donatti corrió con la misma suerte, ya que su pase al Flamengo de Brasil llamó la atención de varios por la forma que tuvo que dejar el club. Desde su entorno no quisieron dar demasiados detalles, prefirieron no aclarar absolutamente nada.

El caso mas resonante fue el de Larrondo. Fue el jugador en el que se había depositado grandes expectativas y que había ingresado en el selecto círculo del corazón de los hinchas pero no pudo sellar ese relación, porque llegó una oferta importante de River Plate -igual que para Pinola- y emigró con muchos inconvenientes personales, con amenazas en las redes sociales y también las sufrió personalmente.

Consultado el jugador -hoy está en Defensa y Justicia- sobre lo que manifestó Ruben este martes, dijo no querer “hablar sobre el tema” pero deslizó que “con lo que dijo Marco, que la gente se dé cuenta sola de lo que pasa en Central con los dirigentes". Y para cerrar manifestó: "Las cosas en el club, con estos dirigentes, caen por su propio peso”.

Un partido intenso desde el arranque en el Gigante.
Larrondo pasó de héroe a villano en un solo día. (FotoBaires)