Cristian Fabbiani dejó una gran impresión en su lejano paso por Newell's. En 2008 aterrizó en el club del Parque procedente del fútbol rumano y a fuerza de pisadas y fútbol de potrero enamoró a los hinchas, al punto tal de que estuvo a centímetros de transformarse en ídolo para siempre de no ser por el increíble gol que erró tras una jugada magistral en un clásico ante Rosario Central. 

"Es algo muy loco porque han pasado casi doce años y a veces, estando de vacaciones en otro país, la gente se acuerda más de eso que de otra cosa. Quedó en la historia y no fue gol. Hace poquito lo vi a Walter Nelson y le dije que la culpa la tuvo él porque lo gritó antes", bromeó el Ogro en Desde el Medio (Radio 2).

Sobre la sucesión de pisadas y amagues en aquel 1-0 a favor del rojinegro con gol de Schiavi de penal, narró: "Cuando termino de pasar al último jugador que se cae, aparece Ribonetto debajo del arco. Y cuando levanto la cabeza por segunda vez, lo veo y quise asegurar. Iban 90 minutos, jugaba el cansancio también e íbamos ganando. Si era otro el resultado, capaz definía de otra manera. Pero como ya terminaba se me dio por definir así".


Poco después, Fabbiani decidió irse a River supuestamente a causa de la deuda de casi 250.000 pesos que el club mantenía con él. Algo que el propio delantero del Deportivo Merlo descartó: "Eso es mentira porque no jugué nunca por plata, ni en la esquina a de mi casa".

Y confesó el verdadero motivo: "No me fui de Newell's porque me debían plata, porque yo había llegado a un acuerdo con el club rumano de que ellos se hacían cargo de mi sueldo si no me pagaban. Pero cuando firmé contrato con Eduardo López, él me hizo firmar que si en diciembre perdía las elecciones, me tenía que ir con él. Eduardo perdió las elecciones y por eso me fui".

Fabbiani tiene 36 años y juega en Deportivo Merlo.


Pero se fue con hermosos recuerdos futbolísticos de la Lepra: "Fue el mejor equipo en el que jugué junto con el equipo rumano. Hicimos cosas muy buenas, teníamos un equipazo. Había gran plantel. Y eso que ese semestre lo jugamos gratis".

"No cobrábamos y fue difícil, pero estábamos manejados por el Flaco Schiavi de una manera tan buena que nos pudimos ayudar entre todos. Jugábamos con más ganas", cerró.