El futbolista Stefan Blanaru, que juega en la segunda división del fútbol de Rumania, protagonizó una curiosa celebración después de marcar un gol para su equipo, el FC Hermannstadt.

A los 35 minutos del segundo tiempo, el delantero puso el 3-0 ante el Luceafaru. Oradea y salió disparado hacia una de las plateas de la cancha.

Con la complicidad de los empleados del club que le abrieron un acceso, Stefan subió hasta la tribuna y aplaudió su propio gol.

Minutos después de ser amonestado por el árbitro del partido por el festejo desmedido, Blanaru selló el 4-0 definitivo para el Hermannstadt .

Eso sí, esta vez le alcanzó con mover los brazos.