José Vizcarra, delantero del Deportivo Águila de El Salvador, está sufriendo la cuarentena decretada en aquel país ya que el aeropuerto de la capital está cerrado y no puede regresar a Rosario, donde están su esposa y sus tres hijos. En Zapping Sport, contó la angustia que vive por estos días sin fútbol, sin familia y sin cobrar.
"Hay cuarentena obligatoria acá y sólo podés ir al supermercado o la farmacia. Hace dos días que se decretó. Hubo sólo seis casos hasta ahora. Lo manejaron bien, porque la salud pública no está preparada para un gran brote, por lo que lo manejaron con rapidez. Así que estamos aislados, no tengo idea cuándo volveré a la Argentina y eso es lo que más me preocupa", señaló.
El ex delantero de Rosario Central comentó: "Veníamos sin escuela desde hace veinte días, con restricciones para circular, pero obligatorio es hace dos días. Y se cerró el aeropuerto sin haber un sólo caso positivo".
Otro dato que lo preocupa es que el torneo se dio por finalizado y no le pagarán lo que debería cobrar hasta fin de mayo: "Acá directamente no pagan por una cuestión contractual. Los contratos son de diez meses, el período que duran los dos campeonatos. Como dieron por terminado el torneo, pagarán sólo hasta el 20 de marzo. Están todo zapateando, pero contractualmente no se puede reclamar nada porque el vínculo es hasta el final del torneo y el torneo terminó".
"Tenía pasaje para volver el 2 de junio, cuatro días después del final del torneo. Mi vuelo es por Avianca y sacaron un comunicado que recién empezarán a operar el 1 de mayo. Por eso estoy hablando con el consulado, porque tengo a mis tres hijos en Rosario y mucha incertidumbre de no saber cuándo podré regresar", remarcó.
Sobre su familia, dijo que "ellos se volvieron con mi esposa el 2 de marzo para el inicio de las clases. Y la verdad, hubiera preferido que estén acá. Acá se corre menos riesgo, hace mucho calor, 40 grados todos los días, no llueve y eso favorece al país".
"Me conecto a través de videollamada: ayer me puse a hacer tarea con la más grande para ayudar a mu mujer, que está saturada. A diferencia de mí, que estoy aburrido acá", tiró.
Y hasta dijo que el club ya no le manda entrenamientos para hacer en casa: "Al principio mandaban pero ahora no porque ya no hay nada abierto, ni la cancha de básquet que está acá en el predio donde vivo. Así que salimos a correr con dos compañeros uruguayos a movernos un poco, porque estoy todo el día encerrado en la pieza".
"Tengo la play y la tele. Por suerte puedo hablar con mis amigos de Argentina, pero lo que más quiero es estar con mis hijos", cerró.
