En Boca, hay dos buenas nuevas: Eduardo Salvio y el italiano Daniele De Rossi están totalmente recuperados de sus lesiones y empezaron a asomar tibiamente hoy en el horizonte boquense rumbo al superclásico que en trece días definirá el futuro deportivo y por qué no institucional del club de la Ribera.

Los dos pudieron trabajar a la par de sus compañeros en el comienzo de la semana más exigente que programó el técnico Gustavo Alfaro, desandando el camino hacia ese segundo enfrentamiento semifinal de Libertadores ante River Plate.

Salvio trabajó normalmente en lo físico y en lo futbolístico y surge como posible titular para el partido con River que dentro de 14 días definirá en la Bombonera al finalista de la Copa Libertadores en una semifinal cuyo primer chico se lo llevó el Millonario por 2 a 0.

Y otro jugador con buenas perspectivas para ese encuentro es el italiano De Rossi, que también hizo el trabajo físico a la par del resto y luego se entrenó aparte con pelota, surgiendo como una buena alternativa para acompañar a Iván Marcone en la mitad de la cancha.

De Rossi está a las órdenes de Alfaro nuevamente.



Por su parte el delantero Ramón Ábila, que denunció una amenaza de secuestro a su madre en Córdoba, estuvo realizando los trabajos de rehabilitación de su lesión en el sóleo de la pierna derecha.

Previamente a la práctica hubo una charla de 40 minutos entre el cuerpo técnico y el plantel, habitual en cada comienzo de semana laboral.

El plantel se concentró después del entrenamiento en el Hotel Madero, algo que se extenderá hasta el sábado, con prácticas en doble turno desde mañana hasta el viernes.

Boca jugará antes del encuentro con River otro clásico, ante Racing Club, también en la Bombonera, el sábado 19, con un equipo alternativo, porque obviamente todos los cañones apuntan inevitablemente a un partido que, como quedó dicho, trasciende para el club las fronteras de los estrictamente futbolístico.