Después del preocupante conflicto que estalló el fin de semana entre la dirigencia de Central y el plantel, el presidente de Central, Rodolfo Di Pollina, salió a hacer aclaraciones al respecto. Dijo que entiende la medida de los jugadores que no concentraron para el duelo con Patronato, pero que no la comparte. Y aseguró que “fue un impacto muy duro porque como dirigentes ponemos todo, pero tratamos de dejar lo emocional de lado”.

En diálogo con el programa Zapping Sport (Radio 2), Di Pollina consideró que “no hubo una hipótesis de conflicto concreto, esto llegó a una medida que la entendemos pero no la compartimos”.

Luego intentó bajar la tensión del conflicto y dijo que “nosotros como dirigentes tenemos que tratar de entender, de sentarnos para escuchar y tratar de cerrar lo que en ese momento no estaba cerrando”.

El titular del club de Arroyito opinó que “todo se magnifica por la magnitud que tiene Central y por la situación deportiva que estamos pasando”. Y aclaró: “Nosotros estamos bajo las normativas de Superliga en cuanto a sueldos; acá lo que generó el reclamo es el premio de Copa Libertadores, que son dos temas aparte”.

Sobre al situación económica de Central, que generó este problema, Di Pollina destacó que “hay que darle un marco a todo esto, el club hace cuatro libros de pases que no vende bien. Hemos tenido un desfasaje entre las compras y las ventas”.

Y añadió que el club va “a sacar un informe para repartir entre los socios y a los medios”. Luego, el presidente canalla adelantó que “se compró por 32 millones de dólares y se vendió por 28 millones”.

Di Pollina volvió a remarcar que el retraso que generó la medida del plantel “es por el premio por la participación del equipo en la Libertadores, de lo que llega de Conmebol, se reparte ese dinero entre el club y los jugadores. Es una práctica que se hace habitualmente”.

El mandamás auriazul confesó que la decisión de los futbolistas el viernes pasado por la noche “fue un impacto feo porque como dirigentes dejamos todo, trabajo y familia, en condiciones macroeconómicas durísimas. Peor bueno, nosotros tenemos la obligación de comprender a los jugadores, dejar lo emocional de lado”.

Y sentenció: “Hoy nosotros estamos al lado del cuerpo técnico y de los jugadores, nos jugamos por este equipo”.

Saliendo un poco del conflicto, Di Pollina aclaró que “sobre Lovera no hay nada de Boca. Se genera toda una bola por alguien que tira un dato o algo así, pero hay que ir a las fuentes para saber la verdad”.

Y admitió la posibilidad de armar un fideicomiso: “Venimos trabajando en un fondo de inversión y en otras medidas orientadas a los socios de Central con mayor poder adquisitivo, para evitar malvender a algún jugador”, cerró.